Especialistas y senadores destacaron la urgencia de legalizar la producción y consumo con fines medicinales de la amapola con el fin de frenar la violencia por el tráfico del uso medicinal del opioide.
Durante la presentación del libro ‘Regulación de la amapola’, Manuel Añorve, coordinador del PRI y organizador del evento, se dijo convencido que la amapola para uso medicinal es una necesidad.
Expuso que países como Turquía, Hungría, Francia e Inglaterra legalizaron la amapola para este propósito y hoy, por ejemplo, Turquía exporta la morfina, lo que le provee de ingresos adicionales.
“Y si logramos la legalización de la amapola para uso medicinal, tenemos muchos resultados, uno de ellos, es ingresos lícitos”.
El senador por Guerrero dijo que “en paralelo si logramos el uso medicinal de la amapola vamos a bajar, al igual que la cannabis, índices de inseguridad, (…) ya no la cooptación que se tiene por parte de los narcotraficantes”.
Pierre Gaussens, profesor investigador de El Colegio de México, dijo que es necesario abandonar el prohibicionismo que tiene más de 100 años y cambiar el paradigma, es decir, ir por la regularización o legalización de la amapola, que no están a debate, sino buscar el cómo.
Indicó que el prohibicionismo heredado de Estados Unidos ha fracasado, “la guerra contra las drogas ha fracasado y, la ilegalización no hace que la gente deje de drogarse”, por lo que insistió en una transición hacia la regularización de ciertas drogas, en este caso, la amapola en sentido terapéutico ante la necesidad que hay de morfina para fines de cuidados paliativos.
Adriana Mure Polo, directora ejecutiva de Elementa, comento que el uso del fentanilo ha provocado un decaimiento de los precios de la heroína y que los cultivadores de la amapola en México tengan que migrar a Estados Unidos para garantizar ingresos a sus familias.
“Ahí vamos a estar”, dijo Martí Batres antes de retirarse.



