De 3 a 4 personas acuden al centro a peinarse con Ginny y Jenny, madre e hija colombianas que buscan el sueño americano y quienes tienen más de 20 días, en Chihuahua capital.

Jenny de 38 años explicó que en su mayoría se acercan mujeres a pedir trenzarles el cabello, a quienes les cobra de 200 a 500 pesos la mano de obra que va de 1 hasta 3 horas de trabajo según el largo de la melena.
La familia llegó la segunda quincena de febrero, les tocó reten en el tren por parte de Guardia Nacional y debieron bajarse en la capital, al igual que otros paisanos y migrantes por seguridad trabajan para pagar hostales para evitar estar en albergues o campamentos.
Las trenzas pueden variar según el estilo que pida la clienta, también por la resistencia de su cabello y el largo que pueda resistir el cuero cabelludo, ya que de acuerdo a Jenny, el cabello de las mujeres colombianas y en su mayoría afrodescendientes por su textura y grosor, soporta más peso.

Jenny y Ginny permanecen toda la mañana y tarde sobre la calle Libertad e Independencia, en donde se puede apreciar su arte estética, sin que hasta el momento hayan sido molestadas por elementos de la policía municipal y/o agentes de Gobernación.

Madre e hija dijeron que, aunque esta actividad les permite solventar el hospedaje, llegaron sin nada a Chihuahua, por lo que reciben agua, alimentos no perecederos y ropa que les desee donar la ciudadanía, ya que no tienen fecha de partida, hasta que los operativos del Instituto Nacional de Migración cesen.