Rapea desde el limbo, porque hace poco salió del infierno de las drogas y la violencia de las pandillas.
Ahora busca llevar su experiencia a los jóvenes que son atrapados por las sustancias duras como el fentanilo y el cristal.
Se vale del arte, de la reflexión, la oración, el baile, pero todo a ritmo de rap.
Es funcionario, un siervo nada convencional de la nación pero desde la Secretaría del Bienestar “prende” a la “banda” para encausar sus inquietudes y rebeldías.
“Llegué al mundo el 11 de febrero de 1990, nací en Chihuahua, venía tan apresurado que ni siquiera llegué a sala de parto; salí del vientre de mi madre en los pasillos del hospital, el partero ni siquiera le creía a mi madre que estaba embarazada”, narra Jonathan Orozco Rascón , mejor conocido como “MC Míster Chapo”.
Se formó a la mala en el bravísimo barrio de la Villanueva, en donde a golpes y bajo el efecto de las drogas probó el inframundo, a dónde no piensa regresar.
Ahora mismo, escribe sus memorias, que piensa llevar a las plataformas como Bioserie, pero antes trabaja en sí mismo y en toda la banda que se nutre de su entusiasmo por vivir a través de las redes sociales.
“Ámense, el amor propio es lo más importante; si quieren amar a los demás, primero ámense a sí mismos’, grita mientras graba su desayuno, justo el día de su cumpleaños.