De 13 mil 602 personas que desaparecieron en el estado de Chihuahua de 1962 a la fecha, 10 mil 52 fueron localizadas, 832 de ellas sin vida; más de 3 mil 500 siguen sin aparecer
Pamela Leticia Portillo Hernández desapareció el 25 de julio del 2010. Son 13 años ya de una búsqueda que no termina para su madre, Lourdes Hernández.
El caso de Pamela Leticia está tipificado como desaparición forzada, debido a que en el lugar donde desapareció ese día, había policías estatales y militares.
Ella ha vivido todo su proceso con el acompañamiento del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), una asociación civil creada desde 2005 en la ciudad de Chihuahua.
“Creo que, si no estuviera dentro de esta organización y acompañada por las familias que sufren el mismo dolor, el caminar habría sido más solitario y pesado y difícil”, comenta Lourdes.
La madre en búsqueda reclama que las autoridades han sido indolentes durante todo el proceso y que, aunque se presentan y dan discursos en los que aceptan sus responsabilidades y su deuda con las familias, finalmente no cumplen con su obligación de buscar y encontrar a las personas desaparecidas.
Según datos del Programa Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (PNB), en Chihuahua se han registrado, desde 1962 hasta el 23 de junio del 2023, un total de 8 mil 538 hombres y 5 mil 064 mujeres desaparecidas, para una suma de 13 mil 602 personas.
De ese global entre hombres y mujeres, 832 personas fueron localizadas sin vida y 9 mil 244 han sido localizadas con vida.
El rango de edades en los hombres desaparecidos tiene su mayor incidencia entre los 15 y los 29 años, mientras que en las mujeres, es entre los 5 y los 19 años.
Lourdes muestra un retrato de su hija Pamela.
Lourdes Hernández considera que las autoridades tienen la obligación no solo de buscar a las personas ausentes, sino también de atender a sus familias, pues sufren un profundo daño emocional y psicológico que, en muchas ocasiones, las lleva a perder empleos y otros aspectos de sus vidas, al estar sumidas en el dolor y en la búsqueda permanente.
Explica que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Chihuahua (Ceave) les entrega 400 pesos mensuales a sus dos nietas, las hijas de Pamela Leticia. Además, por medio del Fondo de Atención a Niñas y Niños, Hijos de las Víctimas de la Lucha contra el Crimen (Fanvi), se les proporcionan becas que cubren la inscripción de la escuela.
“Pero su madre trabajaba para darles todo lo que necesitaban y el Estado es lo único que les da ahora. Esto no es suficiente para vivir”, dice Lourdes, la abuela de las niñas que tenían 4 y 6 años cuando su madre desapareció.
También lamenta que los agentes del Ministerio Público les piden a las familias de las personas desaparecidas que busquen pruebas y elementos, y además que localicen a otras personas, sin tomar en cuenta que esto las pone en riesgo y que no es su trabajo.
El pasado 10 de mayo, el Centro Estatal de los Derechos de las Mujeres se pronunció sobre las madres buscadoras de sus hijos, quienes frecuentemente realizan el trabajo que les corresponde a las autoridades.
“Tan solo entre 2022 y 2023 han sido asesinadas 6 madres buscadoras, ellas no solo hacen el trabajo que es responsabilidad del Estado, sino que arriesgan su vida todos los días, sin que las autoridades realicen acciones destinadas a garantizar su seguridad”, se denunció en un comunicado de la organización civil.
Decenas de familias en búsqueda de todo el país se reunieron el 9 de junio para develar el monumento a las personas desaparecidas en Chihuahua.
El Cedehm inició con las gestiones el año pasado y realizó un concurso para elegir la imagen que se realizaría por medio de la técnica del mosaiquismo.
La obra de Jéssica Padrón Rivera fue elegida por las familias en búsqueda, pues representa el abrazo de dos personas que se encuentran con esperanza.
Se contó con la presencia de diversas organizaciones y familias que se mantienen en busca de sus seres queridos como Irma Arellanes, de la organización “Tesoros perdidos hasta encontrarlos”; Vanesa Castro y Alicia Sánchez de “Buscadoras de Guanajuato” y quienes crearon el libro “Recetario para la memoria”. También estuvo presente Juan Carlos Lozada Delgadillo, hijo en búsqueda de su padre y decenas de familias que acompaña el Cedehm.
Gabino Gómez, encargado del área de búsqueda de personas desaparecidas del Cedehm considera que esta obra es un antimonumento, pues plasma hechos sociales que no deben ocurrir y que causan heridas que no sanan y generan mucho dolor.
Olaya Dozal busca a su hija Alejandra desde hace 13 años. Es precursora de las búsquedas colectivas y, cuando participó en la develación del monumento a las personas desaparecidas en Chihuahua, habló fuerte a nombre de quienes han sufrido esa desgracia.
“Así como está este mural en mil pedazos, así están nuestras vidas como víctimas de la violencia, de la injusticia y la inacción. Queremos que este mural provoque y encienda una alerta, un llamamiento ante esta tragedia. Que dé paso a la participación y organización de la sociedad en general pues este fenómeno no deja de pasar día a día en todo el estado y el país”, clamó Olaya.
El activista Gabino Gómez señala que la región con mayor incidencia de desaparición de personas en el estado de Chihuahua es Nuevo Casas Grandes, aunque el fenómeno se presenta de manera indiferenciada en todo el territorio estatal.
“Recientemente en la región de Nuevo Casas Grandes se presentó una oleada de desapariciones. En todo el estado se sigue presentando, pero el punto más alto es allá en el noreste, tan es así que tuvo que ir el mando único para controlar la seguridad y para desarmar a los municipales”, dice el entrevistado.
El activista agrega que donde ha bajado la incidencia es en la región de Cuauhtémoc, aunque siguen desapareciendo personas: “aquí el asunto es que no los ocultan, solo se los llevan y desaparecen un par de días, pero luego aparecen sin vida”.
El fiscal de la Zona Noroeste, Alejandro Vargas Salas, informó el 21 de junio que hay un total de 23 reportes de personas desaparecidas en aquella región.
De acuerdo con el funcionario, se han revisado otra vez las carpetas de las personas desaparecidas a raíz de la llegada del nuevo titular de la Comisión Estatal de Búsqueda.
Fue el 13 de junio cuando el fiscal general, César Jáuregui Moreno, presentó al nuevo titular de la Comisión Estatal de Búsqueda, Víctor Hinojos.
Hinojos tiene experiencia en la búsqueda de personas desaparecidas en Cuauhtémoc, por lo que, familias y organizaciones civiles, tienen la esperanza de que su llegada traiga un nuevo aire a la corporación y dé mejores resultados.
A partir del jueves 22 de junio inició una nueva serie de búsquedas realizadas en conjunto con la Fiscalía Especializada de la Mujer, el Centro Estatal de los Derechos Humanos de las Mujeres, las familias en búsqueda y otras instancias como la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Actualmente, la página de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, de la Fiscalía General del Estado (FGE), cuenta con al menos 427 pesquisas vigentes en la página web.
Sin embargo, esa información no está actualizada, por lo que, con la renovación de la titularidad de la Comisión Estatal de Búsqueda, se podrán ajustar las pesquisas.
Niñas, niños, mujeres y en su mayoría, hombres entre 20 y 35 años aparecen en las fotografías plasmadas en carteles.
Para la zona centro hay 134 pesquisas; 54 en la Zona Norte; 91 en la Zona Occidente; 70 en la Zona Sur, 72 en la Zona Noroeste y 6 más se buscan en colaboración con otras entidades del país.
Data Cívica publicó en 2019 que, según información del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), del 2006 al 2017, 5 mil 794 personas fueron reportadas como desaparecidas en Chihuahua.
Los años con mayor número de desapariciones fueron el 2015 y 2016, con mil 284 y mil 125, respectivamente.
El informe detalla que, de los 5 mil 794 casos, en un 57 por ciento se encontraron a las personas con vida. En el 37.18 por ciento siguen desaparecidas y en el 5.83 de los casos, las personas fueron localizadas sin vida.
“Los perfiles más comunes entre las personas desaparecidas en Chihuahua son de hombres de entre 30 y 44 años o jóvenes de entre 12 y 17 años. En promedio, cada año estos dos grupos representan casi el 40 por ciento de todos los casos de desaparición en el estado”, señala el documento.
Agrega que entre las mujeres, el grupo más afectado por las desapariciones es el de las jóvenes de entre 12 y 17 años, quienes en promedio cada año representan el 11 por ciento de todas las desapariciones en Chihuahua. En los dos años de más registros, 2015 y 2016, representaron el 28.7 y el 30.6 por ciento de todos los desaparecidos, respectivamente.
Entre las víctimas localizadas sin vida, la mayoría son hombres adultos de entre 30 y 44 años; le siguen los varones de entre 18 y 23 años. El 90.5 por ciento de las personas encontradas sin vida fueron del sexo masculino, señala el reporte.
En México se reportaron 21 mil 836 personas desaparecidas. De esa cifra, más de 14 mil no fueron localizadas.
En lo que va del 2023, se han reportado 9 mil 978 desapariciones en todo el territorio nacional, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (Rnped) de la Secretaría de Gobernación.
El Programa Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (PNB), informó que Chihuahua es de los estados donde los hombres tienen una mayor proporción de desaparición, en comparación con las mujeres.
En el documento que fue publicado en marzo del 2023 por la Comisión Nacional de Búsqueda, se destaca que Chihuahua se encuentra entre los diez estados con mayor población de mujeres desaparecidas.
De acuerdo con informes de la organización mundial Human Rights Watch (HRW), las autoridades creen que muchas de las personas desaparecidas han sido enterradas en fosas comunes por funcionarios estatales o locales después de que los servicios forenses las declararan como “no identificadas” o “no reclamadas”.
Entre 2006 y 2020, al menos 50 mil cuerpos pasaron por la custodia de servicios médicos forenses estatales y locales sin ser debidamente identificados, de acuerdo con solicitudes de información realizadas por activistas.
Según HRW, es posible que otras personas hayan sido asesinadas y enterradas en fosas ocultas por policías, militares y grupos delictivos, concluyen las organizaciones. Entre 2006 y 2021, las autoridades habrían encontrado al menos 4 mil de esas fosas dispersas por todo el país.
Investigación: Sarahí Aguirre
Edición: Javier Arroyo
Corrección: Jorge López Landó
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