Un gran temor y una angustiosa zozobra generados por una situación de inseguridad para su hija adolescente, orilló a una madre de mediana edad –entre 40 y 45 años de edad–, a acudir al Juzgado Cívico ubicado en la Comandancia Sur de la Dirección de Seguridad Pública Municipal a buscar ayuda.
Habitante de una comunidad del sector sur de la ciudad de Chihuahua, la mujer, quien pidió la reserva de su nombre e identificaremos con el nombre ficticio de Mariana, en compañía de su hija se trasladó en un camión que la dejó en la avenida Pacheco, en la parada enfrente de la comandancia.
Al filo del mediodía llegó puntual a la cita y fue atendida por personal del Departamento de Mediación del juzgado. Ante un par de practicantes de Psicología, la señora descargó su angustia en presencia de su hija:
“Yo la veo en peligro y me pongo mal; por eso vine, para que nos ayuden”, dijo Mariana.
Narró que vecinos observaron el mal comportamiento del novio de su hija. La acosa, maltrata y humilla, dirigiéndose a ella con palabras altisonantes. Por eso el temor de que algo malo le pase.
Una psicóloga y una trabajadora social las atienden, charlan con ellas y luego de establecer la claridad del motivo que llevó a madre e hija hasta esa instancia a pedir ayuda, el Juzgado Cívico decidió reportar el caso a la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM).
“Nos orientaron sobre este tipo de situaciones. Nos dijeron que el novio y sus padres van a ser llamados a comparecer para analizar la conducta del joven y el caso, considerado como grave y delicado, será reportado a la Fiscalía Especial de la Mujer para que le dé seguimiento”, señala Mariana, sobre su experiencia con la Justicia Cívica.
¿Qué es la Justicia Cívica?
El Modelo Homologado de Justicia Cívica, Buen Gobierno y Cultura de la Legalidad para los Municipios de México, surge del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a partir del año 2019.
Ese organismo define al modelo como “el conjunto de procedimientos e instrumentos de buen gobierno orientados a fomentar la cultura de la legalidad y dar solución de forma pronta, transparente y expedita a conflictos comunitarios en la convivencia cotidiana”.
Liliana Armendáriz Granados, subdirectora de Justicia Cívica y Prevención dependiente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua (DSPM), lo sintetiza como el procesamiento de faltas administrativas y la promoción de la cultura de la paz, de la legalidad y de la cultura cívica a través de distintos mecanismos.
“Anteriormente solo había un juzgado (de Barandilla) para una sanción: una multa o cierto número de horas de arresto conforme a la gravedad de la falta cometida; pero ahora, con Justicia Cívica, la intención es evitar la reincidencia y prevenir que este tipo de comportamientos se puedan convertir en delitos”, explica la subdirectora.
El equipo de trabajo de Justicia Cívica y Prevención consta de médicos, sicólogos, abogados, criminólogos, agentes de detención, jueces, oficiales de acuerdos, personal de Mediación y Seguimiento, así como de policías instructores.
Una queja puede ser presentada por cualquier persona, de manera oral o por escrito ante la persona juzgadora, por probables infracciones de otra u otras personas.
¿Cómo funciona la Justicia Cívica?
Cuando existe algún conflicto entre personas, se interpone una queja ante el juez cívico y se detona un proceso de audiencia.
Luego se lleva a cabo la audiencia y se determina si existe una posible falta administrativa o solamente se trata de un conflicto. Entonces, si existe conflicto, frente a un mediador certificado se pone a las partes a conversar para que lleguen a un acuerdo.
Ese acuerdo genera un compromiso ante el juez cívico y el incumplimiento de ese acuerdo deriva en la comisión de una falta administrativa.
“Se trata de una manera más accesible de encontrar mecanismos para resolver temas que a lo mejor tienen muchos años y que no queremos que escalen a cosas peores como faltas o delitos graves; entonces, así es como procuramos tener los espacios de paz donde conviva la gente en armonía”, comenta la subdirectora municipal de Justicia Cívica y Prevención.
¿Cuáles son los conflictos entre chihuahuenses?
Las faltas más frecuentes que cometen los ciudadanos en la capital del estado son: fiestas ruidosas, causar molestias y/o escándalo en vía pública, obstrucción de cocheras, defecación de mascotas, consumo de drogas en vía pública, penetrar en lugares privados sin autorización, ingerir bebidas embriagantes en vía pública, portar o utilizar sin precaución objetos peligrosos, agresión verbal y riña.
Datos de la Subdirección de Justicia Cívica y Prevención indican que durante el 2022 se realizaron cerca de 20 mil detenciones en las dos comandancias del municipio de Chihuahua, donde el 60 por ciento de los casos se dirimieron con audiencias públicas en los juzgados cívicos. Más de 500 mediaciones se resolvieron mediante un acuerdo.
La mayor parte de los conflictos vecinales se originan por ruido escandaloso y en el caso del sector norte, lideran las quejas Riberas de Sacramento, Quintas Carolinas y colonia Revolución. En el sector sur, las quejas provienen de Punta Oriente, Sol de Oriente y Jardines de Oriente.
“Este comportamiento de las faltas más comunes y que hemos observado es recurrente, o sea, no ha cambiado a lo largo de los año”, indica Armendáriz.
De enero a mayo de este año se detuvieron a 10 mil 280 personas por faltas cívicas.
Resuelven con convenio entre las partes
Liliana Armendáriz detalla que hasta el corte de mayo se recibieron y atendieron en el Área de Mediación de Justicia Cívica 483 quejas, de las cuales, 124 fueron resueltas mediante un convenio entre las partes involucradas.
“En 19 de ellas se optó por hacer la canalización para recibir terapia cognitivo conductual”, señala la funcionaria.
Las colonias con mayor incidencia se ubican al sur de la ciudad: Vistas de Cerro Grande, Punta Oriente, 2 de Octubre, Alfredo Chávez, Martín López y Valle de la Madrid. Y en el norte se encuentran Infonavit Sahuaros y Chihuahua 2000.
A diario se atiende a un promedio de 18 audiencias en cada uno de los dos turnos de los juzgados en comandancias Norte y Sur. Los fines de semana, llegan a incrementarse hasta 150.
El robo nuestro de cada día
Norte de Chihuahua documentó otro caso que llegó ante la Justicia Cívica, el de un típico robo entre vecinos, por parte de una persona que, al influjo del alcohol, se le hizo fácil despojar al compañero de borrachera.
Ahí estaba el infractor en la Comandancia Sur, pero no se presentó solo, lo llevó su hermana mayor, una señora de cerca de 70 años, para que respondiera por su falta.
A duras penas, la humilde mujer caminó bajo el sol del mediodía varias calle del otro lado de la Comandancia Sur hasta cruzar la avenida Pacheco, con su hermano menor, quién aguantaba, retobando, los regaños de su familiar.
Ella sacrificó un guardadito de dinero que tenía para dar el primer pago del adeudo. Para completar, tendrá que recurrir al apoyo semanal de sus hijos. Ahí, afuera de la Comandancia, cuenta al reportero cómo estuvo la historia:
“Él es mi hermano que se juntó con un montón de borrachitos a beber, junto con el señor que lo demandó, porque también a él le gusta el pedo. En la borrachera a éste se le ocurrió agarrar una cosita y la vendió”.
Narra que la víctima presentó una demanda en el juzgado y por eso los citaron aquí.
“Pero ya le estoy pagando y está quedando cerrado el caso. Ya nada más le debemos 600 pesos al señor y con eso queda arreglado”, señala la matriarca de la familia.
– ¿Qué recomendación les dieron?
-Que tuviera más precaución. Que mi hermano deje de tomar y busque otras amistades. Pagar el daño total que fue de mil 800. Dimos mil 200 y ya nada más vamos a dar 200 cada vez en tres semanas. Pero no detuvieron a mi hermano. Nada más nos dijeron que nos presentáramos y tratáramos de pagar el daño.
– ¿El señor que demandó a su hermano, quedó conforme?
-Sí, ahí habló por teléfono porque no pudo estar, nos escuchó y quedó muy conforme.
– ¿Y qué piensa de esta forma de hacer justicia?
-A pesar de todo atienden bien. Porque pues, es justo; es justo lo que hacen, verdad. Antes era muy diferente, no se arreglaban los líos tan fácilmente. Este nuevo modo de arreglo es recomendable para que uno, si comete una falta, no ande escondiéndose; si debe algo, que lo pague. Para qué esconderse.
– ¿Qué objeto robó su hermano? -Pues en la borrachera dijeron que le quitó un objeto de valor, que costaba mil 800 pesos. Quién sabe que era. Pero él no lo ha de haber vendido en eso. Qué tanto le han de haber dado.
Diferencias entre norte y sur
De acuerdo con las estadísticas de Justicia Cívica, en el sector sur de la ciudad se presentan muchas detenciones de gente que vive en condiciones de mendicidad, en situación de calle. En las detenciones también hay diferencias entre norte y sur.
“Eso se ve reflejado en el tipo de drogas que se consume mayormente: en Comandancia Sur se recibe mayormente a consumidores de cristal, y en la Norte se identifican otro tipo de drogas, no sólo el cristal, sino heroína, cocaína y de repente pastillas; hay también por consumo de medicamentos que tienen un efecto placentero y la gente nos reporta que los consume”, expone Armendáriz Granados.
Afirma que, en la parte sur, es mayor que en el norte la proporción de detenidos que se dedican a la obra, es decir, que son trabajadores de la construcción.
“No es un tema para estigmatizar, pero sí tenemos ese dato”, agrega.
Lo primero es el tamizaje
El proceso de Justicia Cívica tiene la finalidad de identificar factores de riesgo y empieza con la detención de los infractores al Reglamento de Bando de Policía y Buen Gobierno Municipal.
“Antes no había tamizajes, no había opción de canalización, solamente era el ingreso de detenidos a la cárcel, guardarlos un rato o ponerles una multa y ya váyase a su casa. Y eso qué de restaurativo tiene. ¿Qué finalidad tiene de restauración o en qué punto se rezarse el tejido social?”, cuestiona Armendáriz.
Ahora, al llegar a la comandancia, todos los detenidos pasan por un protocolo que inicia con un examen médico y otro psicológico, sus fichajes y reclusión.
Los exámenes determinan si hay factores de riesgo que propician en las personas la comisión de algún delito o la recepción de algún delito es decir que sea víctima o victimario.
Los factores de riesgo más comunes son el consumo de drogas y el alcoholismo, porque si se consume algún tipo de droga se está más propicio a que reciba un delito o a que lo cometa.
El tamizaje del servicio médico determina quiénes pueden llegar a tener una audiencia, porque hay quienes presentan una alteración cognitiva y al no estar en pleno uso de sus facultades mentales no la reciben y se prefiere canalizar a un centro de ayuda.
Siempre aparece el cristal
La práctica de tamizajes ha detectado que la droga más común, actualmente, es el cristal. Le sigue la mariguana y al final la heroína.
Cuando se le pregunta a la subdirectora si han encontrado casos de consumo de fentanilo, responde negativamente.
“Todavía no, porque no contamos en el estado con el reactivo para identificarlo. Pero no se descarta porque sí se han descubierto cargamentos de esa droga”, explica Armendáriz.
Cuando los detenidos cometen una falta pasan por un tamizaje y si se identifican esos factores de riesgo, se puede dar una mejor alternativa y una mejor canalización para las personas para que reciban ayuda.
La más frecuente que se aplica es un programa de acompañamiento de infractores, que consiste en llevarlos a instituciones donde les brinden ayuda para rehabilitarse como Red de Cohesión y el Centro de Integración Juvenil.
En la Red de Cohesión desarrollaron un modelo de sesiones de terapia cognitivo conductual y un taller de dos días en fin de semana, para personas que no pueden hacerlo por su trabajo y donde aprenden habilidades para la vida, relacionadas con la cultura de legalidad.
Los programas los vigila el Departamento de Seguimiento para asegurarse de que las personas cumplan con las horas de trabajo o sesiones de terapia.
Juicios más rápidos y eficaces
El comisario Julio César Salas González, director de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua, recomienda que las corporaciones municipales y estatales se guíen por Justicia Cívica, al considerar que los juicios son más transparentes, rápidos y eficaces para su resolución.
“Porque es un juicio donde está el juez cívico, la parte acusadora, la parte captora -que es la Policía Municipal- y también la parte que está detenida con su abogado, y eso lo hace mucho más transparente, más rápido y más eficaz”.
Julio César Salas González
Salas González considera que otra de las ventajas que ha traído este método de justicia y conciliación es que no solamente se detiene a las personas que incurren en delitos menores, también se busca la forma de cómo ayudarlas con tratamientos psicológicos o en centros de rehabilitación: “o sea, se buscan alternativas para que las personas no sigan delinquiendo”.
La Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) son algunos organismos que apoyan la implementación de Justicia Cívica.
USAID realiza una evaluación anual, donde la Policía de Chihuahua aporta las evidencias del programa y ellos las califican; lo mismo hace el Secretariado Nacional de Seguridad Pública.
En comparación con el sistema de barandilla, la Comisión Estatal de Derechos Humanos encontró en Justicia Cívica diferencias sustanciales, dice su director Jurídico, Sergio Alejandro Ruiz Dávila.
“Anteriormente se aplicaba unilateralmente el Bando de Policía y Buen Gobierno con pocas posibilidades de que las personas remediaran diferencias o conflictos entre ellos mismos; Justicia Cívica da un viraje al adoptar este modelo conforme a la metodología donde se brinda a las personas detenidas la posibilidad de recibir ayuda para superar la situación que las ha llevado a cometer estas faltas administrativas”.
Sergio Alejandro Ruiz Dávila
“Sí podemos señalar -agrega el representante de la CEDH- que hemos recibido por parte de ciudadanas y ciudadanos de aquí, en el municipio de Chihuahua, manifestaciones en un sentido positivo respecto a la implementación de este nuevo sistema de Justicia Cívica”.
Padres son responsables por adolescentes
En el caso de adolescentes, la Justicia Cívica es un mecanismo de prevención de la violencia y la delincuencia que busca disminuir los factores de riesgo psicosocial que originan que esta población cometa conductas al margen o en contra de la ley.
Con las reformas al Reglamento el Sistema de Justicia Cívica para adolescentes, se creó un juzgado para ellos, al considerar que hay pautas a seguir para respetar sus derechos.
Los jóvenes no pueden ser sancionados ni con multas ni con arrestos. En lugar de ello, el adolescente va a recibir una sanción por una falta administrativa que va a derivar en un servicio comunitario o en atención psicológica. En caso de que sea pertinente, de acuerdo con los jueces cívicos, también se puede sancionar al padre de familia con esa misma medida; es decir, que si se envía al adolescente al servicio comunitario (Servicios Públicos Municipales o Mantenimiento Urbano), también se envía al papá o madre de familia porque está establecido que los menores de edad son responsabilidad de sus padres o tutores.