Una caminata por el bosque y el hallazgo de una olla rota enterrada a poca profundidad, nos arrebataron los puños de un boxeador y nos regaló las manos más creativas y prolíficas que haya podido dar la alfarería chihuahuense.
Juan Quezada Celado me recibió aquella fresca mañana de febrero del 2019 ataviado con una camisa de leñador que no costaba ni los 5 dólares que le pagaban en su lejana juventud por cada obra de arte que saltaba de sus manos.
Entonces tenía ya 80 años, pero ni sus pasos ágiles ni su mirada siempre curiosa, escrutadora, nos arrojaban la sospecha de su partida definitiva.
Hoy nos sacuden a todos con la repentina muerte del maestro de decenas de artistas que aprendieron el arte milenario de convertir un trozo de barro en obras de arte que hoy se cotizan en cientos de miles de dólares.
Pero nada de lo que ocurrió al sencillo campesino nacido en Belisario Domínguez en 1940 habría de olvidarse jamás, como su efímero paso por los cuadriláteros y sus múltiples afanes de jornalero que solo le auguraban tristeza y pobreza.
Pero el hallazgo de esos trozos de alfarería en esa zona de Paquimé lo marcaron para siempre y poco a poco, primero imitando y luego innovando, se convirtió en un maestro alfarero cuyo talento llegó a las más refinadas galerías de México y el extranjero.
En esa fría mañana de febrero Juan se confesó ante una cámara y con gran desenvoltura narró que la fama y la fortuna no lo habían afectado, que todavía se lanzaba al monte en busca de fértiles terrones para hacer su próxima jarra, vasija, plato o paloma.
Sus manos lo eran todo para él, pero también su familia, a la que no solo le prodigó estabilidad económica, sino también formó en el arte que tanto amó.
Quezada no solo se expresaba con las manos, también hablaba a través de ellas, un poco para olvidarse de aquel humilde labriego que no invitaba a salir a ninguna muchacha por no tener dinero para comprarse unos buenos zapatos.
El poblado de Mata Ortiz, el arte, Paquimé, Chihuahua, México y el universo, quedarán marcados por este alfarero que supo desenterrar el arte de sus ancestros y lo mostró al mundo con manos propias.
Tendrá billete de Lotería Nacional obra de chihuahuense
Enrique Amaya participa con acuarela en sorteo conmemorativo de Rotary
Por Enrique Lomas
Muere Juan Quezada, el artista que reinventó la cerámica de Paquimé
Fallece a los 82 años el artesano que enseñó a su comunidad de Mata Ortiz a crear las ollas de cerámica que son famosas en todo el mundo
Por Javier Arroyo