Ayer, la noticia del secuestro del periodista y productor morelense Roberto Carlos Figueroa sacudió a la comunidad periodística. Sin embargo, la esperanza se desvaneció cuando su cuerpo sin vida fue descubierto la tarde del viernes en un poblado de Morelos.
De acuerdo con medios morelenses, el drama inició cuando la esposa de Figueroa comenzó a recibir llamadas exigiendo un pago de rescate. Siguiendo las instrucciones de los secuestradores, reunió el monto económico requerido y lo dejó en el lugar acordado. Pero las esperanzas de su regreso se desvanecieron cuando su automóvil fue hallado esta tarde en un camino de terracería en el poblado de Coajomulco, junto con el cuerpo del periodista y otro individuo.
Roberto Carlos Figueroa era el director y conductor del portal “Acá en el Show”.
La trágica noticia ha puesto de manifiesto, una vez más, la peligrosa situación que enfrentan los periodistas en México. Con la triste estadística de ser el país con más periodistas asesinados entre 2020 y 2021, según la UNESCO, el gremio periodístico se encuentra en constante riesgo.
Las negociaciones y el esfuerzo por lograr la liberación de Figueroa se mantuvieron en secreto entre sus compañeros de la prensa, hasta que su vehículo fue encontrado y la identidad del periodista fue confirmada por fuentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
El Gobierno de Morelos ha expresado su pesar por los trágicos sucesos y ha instado a la Fiscalía a profundizar en las investigaciones para llevar ante la justicia a los responsables de este despreciable acto. La comunidad periodística y la sociedad en general exigen justicia y el fin de la impunidad que envuelve a estos crímenes contra la libertad de expresión.