Las elecciones del 2024 serán tan complejas en su operación, que el INE ya hasta hizo croquis de cómo se deberá acomodar el mobiliario electoral, los funcionarios, representantes de partido y hasta las y los votantes.

Y no es para menos, porque se trata de la elección más grande de la historia, donde se elegirán a más de 20 mil candidatos a lo largo y ancho del país, de los cuales más de 900 corresponden al estado de Chihuahua.

El formato de casilla única permanecerá, aunque en el mismo espacio se llevarán a cabo las dos elecciones: la local y la federal.

En la primera, como es bien sabido, se votará por Ayuntamiento, diputaciones locales y sindicaturas, mientras que en la segunda se hará por presidencia de la República, senadurías y diputaciones federales.

Hasta ahí todo bien, o al menos entendible.

Lo que deberá explicar muy bien la autoridad o las autoridades electorales será la dinámica de la casilla, porque en el mismo espacio deberán votar por federales y estatales, pero depositarán sus boletas ya cruzadas en paquetes de urnas distintos.

Por un lado, las locales: de Ayuntamiento, Sindicatura y Diputaciones; en el otro, presidencia de la República, diputaciones federales y senadurías.

En el croquis del INE, se puede ver la forma como se acomodará la enorme mesa directiva que contará con un presidente, pero con dos y hasta tres escrutadores, según sea el tamaño del listado nominal de cada casilla. 

Y todavía falta buscar acomodo para miles de casillas en el país, porque no hay suficientes espacios públicos.

En Chihuahua no hay tanto problema, pues las escuelas públicas y privadas, gimnasios y domicilios de particulares que han ofrecido sus salones y espacios ya están debidamente probados.

El problema son los lugares donde el INE se las tendrá que ver incluso con carpas o tapancos.

Ahí viene pues, el proceso más grande de cuantos tengamos memoria, y tal vez el más enrarecido y enjundioso de todos.

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El módulo que instaló el Frente Amplio por México en el centro de la ciudad está tan desairado que solo le falta lucir un letrero que diga: “Se solicitan moscas…para que se paren por aquí, aunque sea…”

No ha faltado el bromista que anuncia el envío de una lata de chícharos, para que nadie les diga que nada más “había tres chícharos”.

Fuera de broma, el módulo es algo así como un secreto muy bien guardado, pese a que está en un pasaje comercial ampliamente conocido y recorrido, como es el de la cerrada de la Calle Victoria, entre las calles Tercera y Quinta.

Para la gente que va por ahí, ya sea de paso o porque trabaja en alguno de los establecimientos, no le queda claro cuál es el objeto de esa mesa receptora de datos, si de todos modos la candidatura de ese grupo de partidos se va a definir mediante una encuesta.

El sentido de ese registro—que permanece como un secreto celosamente guardado—es que las personas no militantes se registren para que puedan emitir su voto en la elección, vía encuesta, con la cual se definirá la candidatura presidencial de la alianza PRI, PAN y PRD.

El FAM ya hizo un primer corte, definió a tres aspirantes: Beatriz Paredes, Santiago Creel y Xóchitl Gálvez—en orden alfabético del nombre de pila—y ya hasta se aventaron un encuentro con tono de debate.

De entre ellos se elegirá a una persona y solo los militantes de los tres partidos o quienes se hayan registrado podrán ser tomados en cuenta.

Y pues bueno, animado, lo que se llama animado el dichoso módulo, pues no.

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Amable lector o lectora: si tiene en puerta la organización de un evento de esos que marcan su vida, pregunte quién fue el o la encargada de la gira de Claudia Sheinbaum por la barranca de la Sinforosa… para que no lo contrate.

Porque si lo hace, créalo que, si se celebra en los médanos de Samalayuca, va a faltar arena.

Empecemos por contar las penurias tipo película de Indiana Jones que pasaron los miembros del pool de prensa que viajaban en una camioneta que no dio para más…cuando todavía no agarraban carretera.

Luego, se les olvidó que el acto central se llevaría a cabo en “despoblado”, o sea, al borde de una profunda barranca, donde no hay tienditas para comprar nada. O sea que no tenían ni botellitas de agua y mucho menos refrescos, vaya, no había nada de tomar.

Por si algo faltara, a alguien se le ocurrió instalar carpas entre el presídium desde el que hablaría la “corcholata” Claudia y la vista majestuosa de la barranca, de modo que quienes acudieron al acto central no alcanzaban a ver el hermoso paisaje de la Sinforosa, sino los toldos blancos de las carpas.

Del tumulto de final de acto, bueno, eso ya es tradición: la amontonadera en torno a la figura central no solo para saludarla, sino para —¡faltaba más!—salir en la foto.

En esa competencia, la ganadora fue la diputada local Antonieta Pérez, seguida de cerca por sus compañeras de bancada, Lety Ortega y Magdalena Rentería. Poco más atrás, la exdiputada Brenda Ríos, cerca de ella, pero como a dos filas de la aspirante a presidenta, Armando Cabada.

Lejos, muy lejos, con filas y filas de gente delante de él, el exdiputado y exfuncionario estatal del gobierno coralista, Víctor Quintana.

A ver cómo se acomodan al final. Por lo pronto, vayan buscando quién les organiza la próxima gira, porque esta estuvo para el olvido.

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La suspensión de be becas del Conahcyt ya tiene algunas víctimas en el estado y más concretamente en la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde se han detectado educandos que se quedaron de pronto en el aire, porque ya contaban con que se les daría ese apoyo para continuar sus estudios de postgrado.

Esta columna ha tenido noticias de varios estudiantes que andaban ya en el trámite de su beca, requisitos en mano y su boleta cargada de altas calificaciones, pero se quedaron con las ganas porque el organismo federal no se las aprobó.

La verdad es que todavía es un misterio sobre cuál es la razón por las que el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) dejó fuera a varias universidades, incluida la UACh.

El problema no es que dejen fuera a la UACh, sino a las y los estudiantes que méritos tienen para conseguir las becas que estaban antes a la mano.

El asunto ha alcanzado tales dimensiones que ya el Congreso del Estado envió un exhorto al Conahcyt para que reintegre a la UACh y a la UACJ a sus programas de becas para postgrados.

Según lo expuso la diputada  Isela Martínez Díaz (PAN), fueron las universidades públicas de Chihuahua, Coahuila, Querétaro, Tamaulipas y Nayarit las que quedaron fuera.

Quiere decir, según lo planteó Isela Martínez, que el 96% de los posgrados de la UACH y el 84% de los de la UACJ no serán sujetos a becas.

Si bien el golpe es para universidades y alumnos de los estados antes mencionados, en Chihuahua ya cunde el rumor de que se les “levantó la canasta” en represalia contra el gobierno estatal por haber suspendido la distribución de los libros de texto gratuitos.

Nada más lejano de la realidad, pero el ambiente está tan “enchilado” que cualquier versión que haga notar el encono entre Estado y Federación va a contar con su dosis de seguidores.