Dos diputados, una diputada y algunos directivos del Congreso del Estado fueron sometidos a la dura prueba de la calificación que les dan sus alumnas y alumnos y, la verdad, a algunos les fue “de mal pa’ abajo”.

Lo que más reclaman las y los educandos son las constantes faltas que tienen los legisladores-catedráticos, pues, según los encuestados, asistieron unas cuantas veces a dar su clase y, por si fuera poco, en algunos casos lo hicieron de mala gana, como si estuvieran haciendo un favor.

La calificación corresponde al semestre enero-junio de 2023.

En estricto orden alfabético, empecemos con la diputada Georgina Alejandra Bujanda Ríos, catedrática de la Facultad de Derecho de la UACH.

Su calificación general fue de mediano para abajo: un 3.50 en una base donde 1 es muy malo y 5 es la máxima, resultado de encuestar a 28 de sus alumnas y alumnos.

Si la calificación es “medianona”, esperen a ver los comentarios que hicieron algunos de los encuestados, quienes en términos generales se quejaron de las constantes faltas a clase de la catedrática y legisladora:

“Es grosera, se expresa de los alumnos y hacia los alumnos con palabras altisonantes, es una constante falta de respeto tanto verbal como va nuestro tiempo, puedo decir que fue una total decepción …”.

Otra más: “Admiro mucho so (sic) conocimiento, no tengo duda que es excelente en lo que hace, pero como docente no cumple en asistencia, no respeta el tiempo de sus alumnos, ni tampoco responde dudas o al menos no de manera respetuosa”. O la más “suavecita”: “Casi no nos dio clases”.

Bujanda Ríos es integrante del grupo parlamentario del PAN. Fue presidenta del Congreso del 2021 al 2022 y hasta hace poco fungió como secretaria general de la UACh. El pasado 25 de agosto se reintegró a sus funciones legislativas.

Siguiendo con el orden, el morenista Oscar Castrejón Rivas tiene, digamos, el aprecio de algunos de sus educandos, pero igual le “surten” por faltista.

“Rara vez asistió a la clase, cuando asistía era muy irrespetuoso y cero didáctica la clase”. “Nunca va (tuvimos alrededor de 3 clases al semestre) y cuando decide que habrá clase avisa 20 minutos antes (o hasta menos). “Nunca va”.

Su calificación fue de 3.66, o sea, pasó “de panzazo”.

El que tuvo buenas notas, pero igual le recordaron sus ausencias fue el diputado José Alfredo Chávez Madrid, coordinador parlamentario del PAN, quien recibió un notable 4.8, pero le pidieron que vaya más seguido a su Facultad.

“Me gusta mucho su clase, ya no falte tanto Lic.”; “Constantes faltas, pero demuestra un dominio completo de la materia logrando en el alumno un aprendizaje”. “Falta y cancela clases muy seguido”.

Menciones honoríficas merecen los funcionarios legislativos Jorge Neaves Chacón, exdiputado local y veterano del gis y el borrador en la Facultad de Derecho. Buena calificación y expresiones de afecto de sus alumnos, pero también le piden que vaya más seguido a la Facultad, aunque sea a saludar.

El que se lleva la “estrellita” en la frente es el Lic. Gustavo Alfonso Olivas Ramos con su 4.45 de calificación y los buenos comentarios de sus educandos: “Muy puntal”, le dicen.

Toda la información antes mencionada se encuentra a disposición de quien quiera enterarse en la página de transparencia de la UACh.

Si no van a poder con el aula y el recinto parlamentario, de plano, déjenle el lugar a otro o a otra.

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El alegre reparto de candidaturas y cargos directivos que hizo el alcalde juaritos Cruz Pérez Cuellar se va a topar en hueso, pues ya comenzaron a brotarle expresiones de rechazo a los “fichajes” que está haciendo de políticos venidos a menos o, de plano, que ya eran impresentables en sus anteriores partidos.

Operadores de a ras de calle se han manifestado para expresar su rechazo a los virtuales “destapes” de expanistas, expriistas o, de plano, exprianduartistas que se han adherido en fechas recientes a las precampañas de Morena, ahora que le ven posibilidades de ganar algún cargo por esa marca electoral.

Entre los más rechazados está Otto Valles, empresario parralense que ya camina como si fuera el candidato de Morena a la presidencia de Parral. ¡Qué decimos candidato! Ya hasta alcalde se siente, porque ven venir un “tsunami” de votos guindas parecido al del año 2018, cuando los de la 4T arrasaron en casi todo el territorio nacional.

A Valles no lo bajan de duartista, de que sigue aun con cuentas pendientes, y de que le ha servido al gobierno de Maru Campos para atacar al exgobernador Javier Corral. En suma, no quieren su rostro en los carteles de campaña que el morenismo colocará en Parral.

Los inconformes, los que se niegan a darle a Pérez Cuéllar el “bastón de mando” en Chihuahua, le recuerdan el artículo 6º BIS de los estatutos de Morena, según el cual será el consejo político del partido el que valorarán la trayectoria de quienes aspiren la candidatura de un cargo de elección popular.

¡Vaya trabajo el que les espera a esos morenistas de a pie, los que sí han andado defendiendo los libros de texto! Y lo decimos porque ya se ve venir una marejada de “chapulines”—de esos que parecen coleccionar carteles de campaña postulados por distintos partidos—que jurarán filiación izquierdista con tal de colarse a las filas…del presupuesto.

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Si en algo se parecen las fuerzas políticas de Chihuahua es en el poco respeto que le tienen al peatón y, en general, al reglamento de tránsito del estado.

Ahí los vimos el domingo pasado en las banquetas de la avenida Universidad, con sus camionetones y sus autos “fifí” aparcados justo en ese espacio reservado para el peatón.

¡Cómo se iban a perder el acto de unción de la autonombrada dirigencia morenista!, ¿pues para qué se hicieron las trocotas y los autos grandes, si no es para brincar topes y cordones de banqueta?

Nada les costaba buscar espacios de estacionamiento en calles cercanas y caminarle unas dos o tres cuadras. Hasta bien les hubiera caído la “caminadita dominical” y el gusto de haber contribuido a mantener el orden vial, pero no: invadieron el espacio peatonal del siempre transitado tramo de la Universidad, entre Escudero y “Trébol”.

Ahora que a los del PAN tampoco les sale mal el falsete, porque ya es costumbre que tomen como propiedad privada la banqueta de la avenida Zarco, entre las calles 26 y 24. Hasta en doble fila se ponen y ni quién les diga nada. ¡Órale, César Komaba, subsecretario de Vialidad, diles algo a tus compañeros de partido, ¡al menos ponles una multa!

De los priistas, hasta eso, ya no nos quejamos, porque desde que se fueron de la Avenida Pacheco a su edificio de la Colonia Dale dejaron de darle problemas al tráfico de esa parte de la ciudad. Ahora que, con la desbandada de militantes, también se fueron los automóviles y pues, ahora ni llenan su estacionamiento.

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Y sigue la batalla por la primera fórmula del Senado de la República.

En el PAN, Mario Vázquez apareció, ahora en nuevos cartelones espectaculares, pero en la portada de la revista juaritos “Ser empresario”. Buena pregunta para el aspirante, porque más bien le conocemos por sus cargos “grillos” que, por sus dotes de hombre de negocios, así que podría iniciar por contestarnos esa pregunta.

El otro que se voló la barda fue Alfredo “Caballo” Lozoya, que ya tiene contratados—perdón, él no, sino la revista que le hizo la “interesantísima entrevista”—espacios en las pantallas electrónicas, como para que se mire desde lejos el tono naranja de su partido.

Y bueno, cómo podía faltar Andrea Chávez, quien hizo repartir volantes de auto en auto, donde difunde su labor como diputada federal.

“En Chihuahua somos puro corazón”, dice el volante que de pronto apareció en cientos de automóviles del centro de la capital.

Ahí sigue la mata dando del gasto electorero y ni quién diga nada. Aquí no hay INE, IEE o Tribunales Electorales que valgan.