La Comisión Estatal de Derechos Humanos, la CEDH, envió el pasado mayo una de las recomendaciones más delicadas de cuantas ha generado en este 2023, por el tipo de hechos que se señalan, por la autoridad que podría ser sancionada y el riesgo en que se encuentran las personas quejosas.

Se trata de tres alumnas de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, la UACh, quienes recurrieron a la CEDH para denunciar hechos muy graves que ya eran del conocimiento de la autoridad universitaria, pero que continuaban sin recibir la atención que ameritaba el caso.

De acuerdo con los hechos narrados en la recomendación número CEDH: 5s.1.009/2023, emitida el 29 de mayo pasado, tres alumnas del plantel antes mencionado denunciaron actos de acoso sexual cometidas por un docente, quien ha actuado de esa deplorable manera sin que nadie le llamara la atención.

Los nombres tanto de las quejosas como del presunto acosador quedaron bajo reserva, como obra en todos los documentos de la CEDH, en razón de respetar el debido proceso y la presunción de inocencia de la persona señalada, pero también, para evitar que las víctimas sean “revictimizadas” tras hacer pública su queja.

El 12 de noviembre del 2021, dos alumnas a quienes se identifica únicamente con las letras “A” y “B” pidieron la intervención de la CEDH al considerar que directivos de la Facultad de Artes de la UACh habían violentados sus derechos como mujeres, por no actuar como correspondía en los hechos que previamente habían denunciado.

La agraviada “A” describió todo el acoso que recibió del maestro “D” durante varios días, ya por teléfono, ya por redes sociales o por mensajes de texto, en los que, con el pretexto de elogiar su trabajo artístico, le insistía en que se vieran y salieran juntos.

En el caso de la afectada “B”, el presunto acosador habría pasado del asedio a la agresión física, esto durante una fiesta donde siguió insistentemente a la denunciante e incluso llegó a jalarla del brazo para obligarla a irse con él.

Por lo que hace a “C”, refirió una serie de acciones que rayan en la agresión sexual.

En los tres casos, las afectadas habían acudido a la Defensoría de Derechos Universitarios, pero no recibieron la reacción que esperaban, pues el mentor seguía impartiendo clases en la Facultad de Artes.

Por todo lo anterior, la CEDH recomendó aplicar las sanciones administrativas correspondientes, pero aún faltaría determinar si alguna de esas acciones amerita una sanción penal.

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Estamos a mes y medio del inicio de las elecciones más grandes y complejas de la historia del país, y por consiguiente, del estado.

El Instituto Nacional Electoral, INE, publicó este lunes el decreto mediante el cual se establecen los tiempos de arranque de los comicios del 2024 tanto para las 32 entidades del país como para el propio órgano federal.

En el caso de Chihuahua, el proceso inicia el 1 de octubre de este año, es decir, dentro de 46 días.

Y no es que para ese entonces deban estar listas las precandidaturas y las plataformas de campañas de partidos o coaliciones, pero sí la instalación de la Asamblea General del IEE que se encargará de organizar todo el proceso de aquí y hasta el domingo 2 de junio del 2024.

En el ámbito federal se elegirá una persona que encabezará al Poder Ejecutivo, o sea, la Presidencia de la República, así como a 500 diputados federales y 128 senadurías, para un total de 629 cargos de elección popular.

En Chihuahua serán 33 diputaciones locales con las que se renovará el Congreso y se establecerá la 68ª Legislatura, que habrá de acompañar a la gobernadora Maru Campos en la segunda mitad de su período constitucional.

Además, se votará por 67 ayuntamientos, incluidos presidencias municipales, regidurías y sindicaturas.

Vaya importancia de proceso, pues se definirá si el Congreso se mantiene con mayoría “oficial”, es decir, con la aplanadora PRI, PAN y MC actual, o cambia de manos en favor de Morena.

A nivel nacional, ese 2 de julio se elegirán 9 gubernaturas, 31 Congresos, mil 803 presidencias municipales—incluidas las 16 alcaldías de la Ciudad de México—1,973 sindicaturas, 14 mil 160 regidurías, 160 consejerías y 431 juntas municipales. Total: 20 mil 263 cargos en juego ¡para volver loco a cualquiera!

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El grupo parlamentario del PAN no acaba de decidir si se toma para sí la presidencia del Congreso del Estado en el último Período Ordinario de Sesiones de la actual Legislatura, o respeta los acuerdos signados de palabra y se la deja a su fiel escudero, el PRI.

Si hubiera respeto a la palabra empeñada, el PRI tendría “mano” en esa designación y, con toda probabilidad, en la diputada Ivón Salazar.

Pero, como eso de respetar los acuerdos no es lo de hoy, el alto mando panista—que no necesariamente despacha en la Torre Legislativa—le está dando largas, como para darse tiempo a decidir si cede el estratégico mando del Congreso del Estado durante el crucial período electoral del año próximo.

El propio líder parlamentario del PAN, José Alfredo Chávez, se puso nervioso y le dio vueltas al asunto cuando le preguntaron, con todas las letras, si le dejarían la presidencia al PRI. Nomás no dejó en claro nada y sí, en cambio, “rebotó” el agua como para dejarla suficientemente turbia.

A ver cómo quedan las relaciones entre los “Dos amigos” que antes se odiaban y ahora se toman de la mano para pelear contra la 4T.

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La encuesta del Coneval trajo la buena noticia de que en Chihuahua y en el resto del país se redujo la pobreza.

Bravo por eso. El problema es que hay otros aspectos de la vida social del país y del estado en donde los indicadores no son muy halagadores.

Tal es el caso de la población sin acceso a seguridad social, uno de los aspectos más importantes con los que se puede medir el índice de desarrollo humano de una sociedad.

En Chihuahua son un millón 233 mil 435 las personas que no tienen ese beneficio, es decir, casi un tercio de la población total de la entidad.

Según la definición más clásica, la Seguridad Social es la protección que una sociedad le da a sus habitantes y, en general, a los núcleos familiares para que tengan acceso a la atención médica.

Además, mediante ese beneficio, se garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia.

Aunque es muy alta la cantidad de chihuahuenses que no tienen esa protección, sí hubo una mejoría respecto a la medición del 2016, cuando fueron un millón 344 mil 773 los “desprotegidos”.

O sea, que ya le bajamos en más de 111 mil a esa penosa cifra de personas que verán llegar el final de su vida laboral y no tendrán el beneficio del retiro.

Ahí la llevamos.