El acceso a la información sobre el presupuesto de los gobiernos de los estados fue en retroceso en todo el país y Chihuahua no fue la excepción.
Salvo honrosas excepciones: cuatro entidades, nada más, que salieron con calificación de 100; la mayoría omitió publicar datos, o bien, la información que subieron a sus plataformas sobre el uso del dinero público, estaba como para que no lo entendiera ni el que las subió a la red.
Como bien decía el célebre comediante Groucho Marx: “si esto lo entiende hasta un niño de cuatro años, pues traiga a un niño de cuatro años a que me lo explique”.
Se trata del Barómetro de Información Presupuestal (BIPE) 2023, elaborado y publicado por el Instituto Mexicano de la Competitividad, el IMCO, uno de los pocos organismos de la sociedad civil que voltea a ver lo que están haciendo los gobiernos estatales.
Según esos resultados, la transparencia presupuestal retrocedió con respecto a la anterior presentación del BIPE en 13 estados, particularmente en Zacatecas, donde se fueron para atrás en un 11%, y en Sonora, con un 19%.
En esos y en otros estados “Persisten malas prácticas como presupuestos sin recursos asignados, ilegibles e inconsistentes”, dice el informe.
Si bien a Chihuahua no le fue tan mal, tampoco salió con una estrellita en la frente, pues quedó con un 92.2% de cumplimiento, por debajo de la media nacional, que fue de 93%.
Nuestro estado quedó a deber en el rubro de “Acceso Público” y tal vez se refieran a la maraña de documentos, datos y cifras, de las que se valen para publicar sus informes financieros.
Nada más hay que ver las páginas de transparencia, en particular la de “Transparencia Fiscal” para ver que se necesita a ese “niño de cuatro años” del que hablaba Groucho Marx.
Según el IMCO, la opacidad en la elaboración y publicación del presupuesto se concentra en información sobre subsidios, fideicomisos y financiamiento a partidos políticos.
Pero ahí va lo peor: “Los cambios de gobierno ponen en riesgo la transparencia del presupuesto público”, dice el organismo, ya que siete entidades que tuvieron elecciones en 2021 presentaron un retroceso promedio de 6% en el BIPE.
Así que muy pendientes de los gobiernos que acaban de estrenarse y de los que cambiarán en el 2024, incluido el de la República.
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Muy campante, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, festinó en sus redes sociales la “baja” del índice de homicidios en el país durante el año 2022, según lo dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el Inegi, en la semana anterior.
La funcionaria de profundas raíces chihuahuenses se refería a los datos que publicó el Inegi, según los cuales el 2022 cerró con 3 mil 477 homicidios menos que en el 2021, lo que representa una reducción de apenas el 9% entre un año y el otro.
Más aún, se preció de que, hasta junio de 2023, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), “las muertes provocadas por actos violentos han disminuido en 17 por ciento”.
¡Bravo! Por las cuentas del Inegi, pero ahora vamos haciendo sumas.
De acuerdo con ese mismo documento, entre el 2019 y el 2022, los cuatro años completos de la actual administración, ocurrieron 141 mil 357 homicidios, a razón de 35,339 por año, casi tres mil al mes.
En Chihuahua, del 2019 al 2022 fueron 11 mil 159 casos de personas que perdieron la vida de manera violenta.
Si ese es motivo para festejar, mejor que guarde el confeti y las serpentinas, porque la realidad es que nueve puntos de reducción respecto al 2020 y al 2021, a los años más violentos desde que se lleva registro, no es razón para invitar a la fiesta.
Y no es propaganda de ninguna especie, porque en materia de seguridad, ninguna de las fuerzas políticas, que andan hoy en día llenando de propaganda cuanta barda y espectacular se encuentran, tienen boca para hablar.
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Enrique de la Madrid, el aspirante a la candidatura presidencial que se negó a bajarse del caballo cuando todas las agujas apuntaban hacia Xóchitl Gálvez, anduvo por Chihuahua el pasado fin de semana.
En su apresurada gira buscó hacer montoncito para lograr la proeza de juntar 150 mil firmas para registrar su participación en el intrincado, trompicado e indescifrable proceso electoral interno de la oposición.
Empezó en la sección de Rubio, municipio de Cuauhtémoc, territorio “menón”, donde abunda la gente güera, como él mismo se autodefine.
Ahí contó con la compañía de la diputada Georgina Zapata, aspirante a la presidencia del Congreso del Estado en el próximo Período Ordinario de Sesiones, y Omar Bazán, que quisiera ser senador, aunque la ve difícil, cuesta arriba, casi.
Luego hizo una rara y fugaz gira por la capital y de ahí se fue a Delicias, donde también buscó juntar para completar el “chivo” de firmas que va a necesitar.
Ahí la lleva el “hijo de mi apá”—Miguel de la Madrid, q.e.p.d., presidente de México entre 1982 y 1988—, pero todavía le faltan muchos “autógrafos” para empatarle el marcador a Xóchitl.
Nada más hay que ver el calibre de la gira que tuvo la senadora panista: aquí sí se reunió con la “gober”, tuvo conferencia de prensa en Coparmex y acto a salón lleno en el Centro de Convenciones.
¡Ánimo, don Enrique!, en una de esas y sí logra reunir firmas… como para negociar algo.
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A propósito de la discusión que ha generado el informe sobre el ingreso y gasto de los hogares que publicó el Inegi la semana anterior, vale revisar cómo le fue a Chihuahua y cuánto lograron ingresar las familias durante el 2022.
Según el Inegi, cada hogar “ganó” 27 mil 309 pesos por mes, tomando en cuenta que en cada uno se cuenta con el ingreso de dos personas.
La cantidad representa un incremento del 19.2% respecto al que se percibió en el año 2020, cuando se hizo el estudio anterior.
Para el Inegi, ese crecimiento fue “estadísticamente significativo” y uno de los mayores en todo el país.
Visto así el dato sí parece creíble, pues otros indicadores muestran que el salario integrado promedio que se paga en Chihuahua ronda en los 13 mil pesos, cantidad que equivale a un poco más de dos salarios mínimos.
Pero ¿Cómo alcanzaron ese ingreso? Con trabajo, en su mayoría: 19 mil 849 salieron del trabajo formal o informal que hizo cada uno, y otros 10 mil 571 llegaron vía transferencias.
Ahí debe estar impactado el incremento al Salario Mínimo para la frontera norte que decretó el Gobierno Federal, y la llegada de inversiones en empresas de mayor valor agregado.
Si la gente de Chihuahua ganamos más, entonces habrá una mayor recaudación de Impuesto Sobre Nómina al salario, de IVA, por el crecimiento del Consumo, y de IEPS.
A ver si ese “crecimiento” se ve reflejado en una mejora en el tratamiento fiscal que le dan a nuestro estado.