Tal como lo habíamos anunciado desde hace días, la diputada con licencia, Georgina Bujanda Ríos renunció a su cargo de Secretaría General de la Universidad Autónoma de Chihuahua, la UACh, y de inmediato pidió su reinstalación como integrante de la 67ª Legislatura del Congreso del Estado.

Lo que nos habían comentado en días pasados y que esta comunicativa columna les compartió a sus amables lectoras y lectores se concretó de manera casi profética: ya nadie la aguantaba en la UACh y ella tampoco soportaba el ambiente tan enrarecido que se respira en los altos mandos universitarios.

Para ella, lo bueno es que tenía su chamba asegurada, por lo menos hasta septiembre del año próximo, de modo que sí podía renunciar a su empleo actual sin pasar por las penurias del desempleo. ¡Siquierita, envidia de la buena!

Sin embargo, al interior del Congreso del Estado, la noticia del regreso de la diputada que presidió los trabajos durante el primer Período Ordinario de Sesiones no cayó en gracia, ni mucho menos.

Sus desplantes de mal genio, el poco tacto que tiene para decir—y para pedir—las cosas, su afán protagónico y su actitud prepotente son claramente recordados entre el personal del Congreso del Estado.

Con la condición de guardar el anonimato, empleados, empleadas y hasta personal cercano a los grupos parlamentarios nos cometan que el “Regreso de la Jedi” es más vista como “El Imperio contraataca” o peor aún, “La venganza de los Sith”, para usar la terminología de Star Wars.

Para ella, el problema será reacomodarse en una legislatura que está ya en su último tramo, donde los grupos ya tienen colocados sus mandos y donde la Mesa Directiva está debidamente integrada y reelecta.

Dicho de otra manera: regresará como lo que no fue en su primer período: como parte de la infantería legislativa del PAN.

Ni hablar: así es esto del abarrote grilleril.

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El amparo promovido por el diputado Francisco Adrián Sánchez Villegas en contra de los Libros de Texto Gratuitos para el ciclo 2023-2024 va para largo.

La audiencia incidental, programada para este martes 15 de agosto, se cambió para el 25 de septiembre de este año, es decir, un mes y diez días naturales más de lo que estaba programado inicialmente.

¡Un mes de espera! Lo que significa que esa audiencia se llevará a efecto cuando las y los educandos ya estén bien adentrados en su curso escolar, con casi un mes en clase y sin libros de texto en sus mochilas.

El juicio que promovió “Pancho Pistolas” demanda la protección de la justicia federal en contra del acto de autoridad efectuado por el Gobierno Federal de imprimir y repartir los libros de texto que se usarían en el ciclo 2023-2024 en el nivel básico, que incluye el preescolar, la primaria y la secundaria.

El inconforme argumentó que el Gobierno Federal, a través de la SEP, violó la ley al producir libros de texto sin observar la normatividad en materia de planes de estudio.

De esa forma, el diputado por MC, un rabioso opositor a la 4T, que usa terminología exacerbada, como comparar el fentanilo con los nuevos libros o llamar “lacayos” a los simpatizantes del presidente AMLO, logró suspender el reparto y demandar que se reimpriman los del ciclo anterior.

Y mientras el tiempo corre y los niños se preparan para regresar a la escuela, el SNTE ya exigió, subidito de tono, que se proceda al reparto de los materiales didácticos. A ver cómo le hacen.

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Pensiones Civiles del Estado (PCE) tiene un pasivo monstruoso, mucho más elevado que cualquier otro organismo público de la entidad.

Una revisión de Estados Financieros a entres públicos, efectuada por la Auditoría Superior del Estado (ASE), reveló que PCE arrastra un pasivo de 121 mil 918.8 millones de pesos.

Nada más de escribir la cifra temblaron las carteras y las cajas registradoras.

Se trata de una cifra que casi triplica la deuda de largo plazo del Gobierno del Estado, que ronda en los 50 mil millones de pesos, incluidos los bonos carreteros.

La revisión de la ASE, que abarca el ejercicio 2022, indica que PCE debe mil 308.7 millones en cuentas por pagar y otros mil 69 millones a proveedores.

El rubro “Otras cuentas” contiene un pasivo de 232.2 mdp y las provisiones a corto plazo superan los 3 mil mdp.

Pesada la carga, sin duda alguna, aunque hay qué anotar que en ese pasivo están incluidas las pensiones que deberán pagar a los trabajadores y trabajadoras durante su período de jubilación. Es decir, no es una deuda que se deba liquidar en el corto plazo ni de un solo golpe.

Como sea, PCE es uno de los organismos más nobles de toda la administración pública estatal y merece una estancia en “cuidados intensivos financieros”.

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La “corcholata” Claudia Sheinbaum estará este día en territorio chihuahuense, pero no en lugar alguno donde pueda convocar a las multitudes o promover su ideario de campaña a las grandes audiencias.

Se trata de una de las giras más cortas, apresuradas y extrañas de cuantas han realizado las y los aspirantes a la candidatura presidencial de cualquiera de los frentes partidistas que andan buscando suceder a AMLO en el cargo.

La política capitalina hará una gira ¡por la Sinforosa!, una barranca de espectacular belleza, deleite de vacacionistas y atletas de alto rendimiento, que no tiene asentamiento humano cercano ni votantes a la vista en kilómetros a la redonda.

Para darnos una idea: el lugar donde estará la aspirante se encuentra a 16 kilómetros de la cabecera municipal de Guachochi, y se llega hasta ahí a través de un camino de terracería.

Eso no es todo, porque la ciudad de Guachochi está a 225 kilómetros de la capital del estado, o sea, a unas tres horas de viaje, a velocidad moderada.

Hasta allá irá todo el comité de pre-pre-precampaña de Sheinbaum, que incluye, ¡faltaba más! A casi toda la bancada de Morena en el Congreso del Estado.