Al exgobernador Javier Corral Jurado le vino bien esa frase de José Alfredo Jiménez que dice: “hoy que el destino me trajo hasta estas tierras, donde el Pacífico es algo sin igual…”

Dada la emergencia nacional que vivimos por la devastación que causó el huracán Otis, uno pensaría que cualquier persona de la vida pública estaría pensando en ir al Pacífico, pero a Acapulco, donde se viven horas aciagas por todos los efectos de un fenómeno natural sin precedentes.

Pero no: el exmandatario y exmuchos cargos públicos se preparó para ir a Mazatlán, donde “hasta un pobre se siente millonario”, diría José Alfredo.

Los acapulqueños que esperen, que le pidan ayuda a la Guardia Nacional. El político metido a librero tiene todo listo para irse a vacacionar a Mazatlán, según lo subió a su cuenta de Facebook.

Más bien, parafraseando a los Apson: “No fuiste a Acapulco y sí me avisaste”. “Pos nada, pos nada, qué te iba a traer”, bien podría decirles a los acapulqueños, de los que ni se acuerda.

La imagen es uno de esos chistes que se cuentan solos: una camiseta especial para nado en aguas abiertas, traje de baño, aletas y gogles para que el agua salada del mar no afecte la vista.

“Listos para la travesía en Mazatlán, Sinaloa. Nos vemos mañana en Playa Norte”, dice el mensaje, subido el sábado pasado.

Corral anunciaba así su participación en la edición número 39 de la Travesía Anual de Natación rumbo a la Isla de Venados, que se celebra en el paradisíaco puerto sinaloense.

Si así se la pasaba cuando era gobernador, ¡que no lo haga ahora que nada más se ocupa de lo suyo!

Como recordará nuestra amable “audiencia”, al todavía panista se le criticó fuertemente por una supuesta desatención a sus funciones como gobernador, y sus frecuentes “escapadas” a jugar golf en un club privado o a disfrutar de una partida de tenis en la ciudad deportiva de Chihuahua.

Y mientras, el estado se encontraba volteado al revés, con las ya conocidas oleadas de violencia y sin dinero para cubrir el fin de quincena.

Ya nada más nos queda la pregunta para el o la metiche: “¿y quién se quedó a cargo de la librería?”.

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Al profesor Martín Chaparro Payán ya “le hizo justicia la 4T”, dicho esto como cuando, en tiempos del PRI, alguien conseguía una buena chamba en el gobierno y se le recordaba que le hacía “justicia la revolución”.

El exdirigente estatal de Morena en Chihuahua fue nombrado secretario técnico del Sistema Nacional de Educación Media Superior, organismo dependiente de la Subsecretaría de Educación Media Superior, de la SEP.

O sea, le cayó una “liebrita” de las buenas, de esas que da el Gobierno Federal y que permiten, además de cobrar un buen “chivo” a la quincena, viajar por el país y echar grilla en cada parada que haga.

Fue la mismísima subsecretaria de Educación Media y Superior, Nora Ruvalcaba Gámez, quien dio a conocer, en su cuenta de Facebook, el nombramiento para el exlíder de Morena en Chihuahua.

“Bienvenido Martín Chaparro, Secretario Técnico del Sistema Nacional de Educación Media Superior, segura estoy que bajo tu liderazgo y compromiso, el SINEMS continuará fortaleciendo la hermandad entre las autoridades de nivel medio superior en todas las entidades federativas para concretar la transformación de la educación. ¡Enhorabuena!”, dice el mensaje.

Chaparro asume ese cargo apenas unos días después de haber sido ninguneado por el equipo de Claudia Sheinbaum cuando esta visitó la ciudad de Chihuahua.

En aquella ocasión, Carlos Castillo, miembro del equipo de “precampaña—o como se llame—de la virtual candidata morenista a la Presidencia de la República, intentó impedirle el acceso al lugar donde se celebraba el encuentro.

El momento, captado por un aficionado y difundido a través de la plataforma Tik-Tok, fue en verdad bochornoso para un hombre como Chaparro que ha militado en la izquierda durante toda su carrera magisterial, y que estuvo en la fundación de Morena en la entidad.

La lectura, para los cercanos a la política interna de los de la 4T en Chihuahua tiene una doble columna: por un lado, se trata de un digno premio a una persona que ha sido congruente y que cuidó las posiciones de Morena durante largo tiempo, cuando a ese partido nomás no se le hallaba forma.

Para otros, es una manera de darle chamba fuera del estado y mantenerlo ocupado en otras entidades, como para que no distraiga o evitar que se meta a las campañas en su localidad.

Lo que sí es que, la “caída pa’arriba” de Chaparro Payán debe haber caído en el hígado de algunos morenistas que nomás no lo podían ver, entre ellos, al súper delegado de Bienestar,

Juan Carlos Loera, quien en repetidas ocasiones pidió la remoción de aquel de la dirigencia morenista.

El hecho es que ya tenemos a otro chihuahuita incrustado en la administración central del Gobierno federal que encabeza la 4T.

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La contaminación del río Satevó a causa de un derrame de materiales asfálticos podría tener alcances de desastre natural para una gran parte de la región sur este de la entidad, especialmente en la zona rural.

Se trata de un material altamente tóxico, derivado del petróleo, cuya utilización para recubrir y pavimentar caminos ya era motivo de discusión entre ambientalistas de todo el mundo.

Incluso, existen estudios mucho muy serios de instituciones de Estados Unidos, como la Universidad de Yale, que han advertido del riesgo que representa usar ese “betún” para recubrir las calles y las carreteras.

Pues bien, ese derivado petrolífero ya se encuentra “flotando” en las aguas del río Satevó, un cauce de suma importancia para toda la región sur y sur este y no nada más para el poblado del mismo nombre.

Fue el viernes 3 de noviembre cuando una empresa constructora, Obras, Pavimentos y Señalamientos Delta, vertió material asfáltico en el río antes mencionado, lo que causó alarma entre los pobladores y los productores agrícolas de la región.

De acuerdo con diversas fuentes absolutamente confiables y disponibles en la web, el asflato emite gases altamente tóxicos durante el verano, debido a que el rayo del sol “ablanda” el betún con el que está hecho.

Las emisiones pueden incrementarse hasta en un 300 por ciento en altas temperaturas, lo que contribuye a agravar el problema del calentamiento global.

Aunque algunos especialistas consideran que no es altamente tóxico, no deja de ser un material derivado del petróleo que ha quedado “revuelto” en la corriente del Satevó, lo cual dejó sin agua para beber ni para regar los cultivos en toda la zona.

Ayer, el Gobierno del Estado informó que la Junta Central de Agua y Saneamiento envió personal de laboratorio para evaluar el impacto ambiental, y también mandó pipas para repartir agua entre los pobladores del área afectada.

Obviamente, el tema ya se subió a la mesa de la discusión y es, a partir de ya, uno más de los detonadores de conflicto entre el gobierno estatal y la administración federal.

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Tal como les platicamos en esta efusiva columna, lo de la alianza PRI-PAN y el rótulo del PRD se está poniendo cada vez más difícil y podría “no ser”, como suelen decir los priistas.

La razón es simple: el PRI pide posiciones que el PAN no le quiere dar, particularmente en términos de candidaturas federales a diputaciones y senadurías.

Los representantes del tricolor y del blanquiazul se levantaron de la mesa desde hace tres semanas y no han vuelto a cruzar palabra desde entonces.

Ya estamos en noviembre y todavía no hay ni una continuidad al manejo del tema, mucho menos un acuerdo.

El planteamiento de los priistas es muy claro: tienen 23 municipios donde ya son gobierno, y en otros 8, no ganaron, pero tienen más votos que el PAN, así que les tocan.

También quieren poner en la mesa la candidatura del Distrito local número I con cabecera en Nuevo Casas Grandes, donde la diferencia entre panistas y priistas en la pasada elección fue de solo tres mil votos.

Si bien la legislación electoral—tanto la estatal como la federal—establecen tres mecanismos de alianza: alianza total, alianza parcial y alianza flexible, los priistas quieren todo o nada: 100 por ciento “o nos vamos solos”.

Y no tan rápido, porque donde lleguen a ganar los ayuntamientos, quieren establecer gobiernos de coalición municipales.

La otra—insisten—es ir cada quien por su lado. El PRI se lleva sus 100 mil votos y le quita al PAN la posibilidad de retener la mayoría en el Congreso del Estado.

Con eso, advierten, “podemos poner en riesgo la gobernabilidad del estado”.

Buen rollo, pero del lado del PAN nada más no hay reacción, y el tiempo avanza sin piedad alguna.