Difícil de entender, a veces, las decisiones que se toman en materia de macroeconomía y de administración pública en los diversos niveles de gobierno, sobre todo, cuando se trata de manejar los pasivos de largo plazo, y más, cuando son heredados de años anteriores.
El Congreso del Estado aprobó el pasado martes el refinanciamiento de la deuda de largo plazo del estado de Chihuahua, la cual suma, hasta el tercer trimestre del 2023, un total de 32,498 millones de pesos, sin contar los bonos carreteros.
Según los reportes de la SHCP, en la actualidad, Chihuahua es el tercer estado que tiene la menor tasa de interés para el pago de su deuda, con un ponderado de 10.2%, cifra por debajo de la media nacional, que es de un 11.7%.
Entonces, si ya tenemos una tasa baja ¿a qué viene la reestructura? La intención, según lo ha expresado el secretario de Hacienda de la actual administración, José Granillo, es la de bajar el costo de la deuda.
Bien por ese propósito, ahora falta ver si consiguen una tasa más baja, porque el mercado de dinero anda muy alto.
La otra cifra a revisar es el plazo de pago, que actualmente es de 15.5 años, o sea, que se pagaría en dos y medio sexenios.
Se trata de un plazo, digamos, “medio”, por debajo de los 21.9 años de la deuda de Coahuila, pero muy por encima de los 5.7 años de la de Sinaloa. Aquí la pregunta es ¿se va a reestructurar para prolongar el vencimiento y mandar la liquidación total de la deuda a más plazo?
Bien vale aclarar el punto, porque eso implica comprometer a más administraciones por una serie de créditos que contrató el Gobierno de Chihuahua en la década pasada.
Respecto al total de la deuda, el martes, en la víspera de la sesión del Congreso donde se aprobarían el proyecto de refinanciamiento, el diputado panista Luis Aguilar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, aseguró que la actual administración había bajado en más de un 30% el monto de la deuda.
A ver, más despacio, diputado, porque según los informes trimestrales de la SHCP, al cierre de la anterior administración, la deuda de largo plazo—incluidos los bonos carreteros—era de Corral, en 48,673 millones de pesos, pero al cierre del tercer trimestre del 2023, ya había subido a 51,112 mdp.
Entonces ¿dónde quedó la reducción del pasivo?
Desde aquí, les mandamos todas las buenas vibras para que encuentren tasas más bajas y puedan reducir el servicio a la deuda, que anda por encima de los 8 mil mdp al año.
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Al exgobernador Javier Corral se le indigestó la comida que iba a tomar en un exclusivo restaurante del Periférico de la Juventud el pasado 20 de diciembre, si no es que se le atoró algún pedazo del corte de carne que le habían servido.
Justo cuando estaba sentado frente a una de las mesas del restaurante Garufa, de la ciudad de Chihuahua, se le apareció Raymundo Romero, exsecretario general del gobierno en tiempos de César Duarte.
Vale hacer recuento antes de continuar con la narración de los hechos: el 24 de diciembre de 2019, ya por la tarde—o sea, a unas horas de servir la cena–, agentes de la Fiscalía General del Estado entraron a la casa del exfuncionario para detenerlo en cumplimiento de una orden de aprehensión obsequiada por el juez de control Samuel Uriel Mendoza Rodríguez.
Se le acusaba de haber cometido los delitos de peculado agravado y tráfico de influencias, mediante la orden 2723/2018, según la cual, Romero Maldonado autorizó la compra de un predio en el poblado de El Llano, municipio de Guachochi, a precio “inflado”.
Romero fue sacado de su casa y enviado al Cereso 1 de San Guillermo, aunque luego fue liberado para que continuara el proceso desde su domicilio.
Poco después, denunció que, durante su estancia en el penal, sufrió torturas humillantes, y fue bañado con agua helada en pleno diciembre.
Pues bien, este 20 de diciembre, a pocos días de cumplirse cuatro años de aquel suceso, Romero tuvo la ocasión de encontrarse, casualmente, con Javier Corral, y no dejó ir la ocasión de gritarle unas cuantas y echarle a perder la tarde al exgober y a sus acompañantes.
“Usted me desnudó el 24 de diciembre en la noche… no se me olvida”, dice en el video que circula en redes sociales. “…estaba con mis nietos y con mis hijos… ¡tengo 74 años!”.
En la imagen se puede apreciar cómo uno de los acompañantes de Corral trata de detener a Romero, mientras que otro casi se pone frente al exgobernador, como si tratara de protegerlo.
En total, fueron 32 exfuncionarios, además del exgobernador César Dee Jay, los que enfrentaron causas penales mediante la llamada “Operación justicia para Chihuahua” que emprendió el gobierno corralista. De ellos, sobran los que se mueren por hacer lo mismo que Romero, si no es que más.
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La parte izquierdosa del magisterio se soltó haciendo una encuesta a través de redes sociales para—digámosle por su nombre—promover la candidatura de la maestra Rosa Lilia Cardona a la Presidencia Municipal por Morena.
En el “post” que estuvieron enviando hasta este miércoles 20, se aprecia una imagen Miguel Latorre, aspirante a esa postulación, y otra de la mentora antes mencionada.
La leyenda era por demás ilustrativa de hacia dónde iba la dichosa encuesta: “¿Por cuál aspirante a candidato votaría? Luego, bajo ese título, la imagen de Latorre y una leyenda donde enumeran todos los cargos que tuvo en el PAN: regidor, dirigente del Comité Municipal; diputado local y coordinador parlamentario en el Congreso del Estado.
Del lado de la maestra, solo la refieren como una “defensora de causas sociales”.
Así se la andan gastando los grupos al interior del partido guinda para demostrar quiénes sí son auténticos defensores del proyecto de la 4T y quienes andan de chapulines, nada más brincando de un lado a otro buscando cargo público.
Acá, en redes, las y los morenistas que se dicen “de base” siguen moviéndose para evitar que expanistas o expriistas recién convertidos a la “izquierda” se cuelen a los cargos de elección popular que estarán en disputa el año próximo.
¡Vaya que tienen chamba! Porque en Chihuahua tendrán, con toda probabilidad, a Latorre y a Miguel Riggs, también expanista, peleando por la candidatura a la alcaldía; en el Distrito 8ª, al exalcalde priista Marco Quezada y en Juárez, nada más y nada menos que a Teto Murguía, aunque metido a la contienda con la “aguja” del Partido del Trabajo.
Quedan pocos días para las contiendas internas, pero la lucha entre grupos fundadores del morenismo y “chapulines” recién llegados se va a poner buena.
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Alguien de por estos rumbos de Dios ha de andar un tanto “inquieto” por el resultado de la votación en el Congreso del Estado para elegir consejeros del Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública, el mentado Ichitaip.
La elección del abogado Sergio Facio no debe haber caído bien en el grupo que maneja la rectoría de la UACh y, muy en especial, al rector Luis Alfonso “Sport Billy” Rivera Campos.
Para los que no se acuerdan de todo el merengue que se armó con motivo de la elección del rector que sucedería al depuesto…perdón, renunciado Luis Fierro, el grupo que se hacía cargo de la universidad más grande del estado estaba encaminado a repetir y quedarse para todo el período de seis años.
Se trataba del rector, entonces interino, Jesús Villalobos Gión, de su amigo y siempre socio académico y político, Mario Trevizo Salazar, y del ya mencionado Sergio Facio, éste, en funciones de abogado general, primero, y ya después en la Secretaría General.
Todo iba a pedir de boca, con una reforma a la Ley Orgánica de la UACh que le permitía al rector interino contender por un período completo sin que ese cargo provisional contara como una “reelección”.
Parecía que los planetas estaban alineados para que asumiera el cargo Villalobos, un exdirector de la Facultad de Derecho en la época cuando César Jáuregui Moreno era estudiante.
Sin embargo, cuando todo caminaba a pedir de boca, el grupo de los “Luis Alfonsos”, a saber: Rivera Soto y Rivera Campos, padre e hijo, empujaron fuerte para quedarse con el máximo cargo de la UACh, así tuvieran qué aceptar a la diputada Georgina Bujanda como secretaria General.
La historia es bien sabida: Villalobos y compañía se fueron, los Luis Alfonsos se instalaron y desde entonces quedaron rotas las lanzas.
Ahora, Facio regresa ya investido como integrante del órgano encargado de la transparencia y, en una de esas, quedaría como presidente del mismo. O sea, que quedaría como “espejo” de todos los entes obligados, incluida la mega universidad.
Así que la larga noche que pasó el Legislativo entre el 19 y 20 de diciembre bien puede prolongarse por los próximos seis años para el rector Luisito Sport Billy Rivera Campos.