Luisa María Alcalde Luján, la nueva titular de la Secretaría de Gobernación federal, tiene hondas raíces chihuahuenses, aunque no por eso está cerca del estado de sus mayores.

Su madre, Bertha Luján Uranga, nació en la ciudad de Chihuahua, lo mismo que su padre, el abogado especialista en Derecho laboral, Arturo Alcalde Justiniani.

Sin embargo, la nueva encargada de la policía interior del país nació en la Ciudad de México y no ha tenido mayores nexos con las tierras del norte, ni siquiera durante su período al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno de AMLO.

Nació en el año de 1987 en la Ciudad de México, donde ha hecho toda su carrera académica y política. Incluso, fue electa diputada federal a la 62ª Legislatura Federal por el naciente partido Movimiento de Regeneración Nacional, que hoy está en el poder.

En sus 36 años de edad y en su larga carrera política no ha tenido más presencia en Chihuahua que la que le demandaba su encargo en el Gobierno federal.

El 9 de septiembre de 2019, por ejemplo, subió un “post” a su cuenta de Facebook en el que daba cuenta de una reunión que sostuvo en esta entidad.

“En Chihuahua sostuvimos un productivo encuentro con mentores que están conociendo centros de capacitación de #JóvenesConstruyendoElFuturo para observar su buen funcionamiento”. De ahí en fuera, poco o nada de contacto.

Quienes se emocionaron porque Chihuahua ya tiene una integrante de primera línea en el gabinete del Gobierno Federal bien pueden sentarse a esperar, porque en los últimos años, se ha visto que el poder central solo voltea hacia acá cuando hay alguna desgracia, y eso a las primeras de cambio. Luego, no se vuelve a aparecer.

Así que no esperemos nada más que haga bien su trabajo, mantenga la gobernabilidad del país en los últimos años de la actual administración y que espere a ver si su buen desempeño le abre espacios en la próxima administración, si es que gana Morena.

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De pronto, la ciudad de Chihuahua amaneció con carteleras espectaculares desperdigadas en sus avenidas más concurridas donde se aprecia la imagen de Mario Vázquez Robles, el diputado con licencia, secretario de Obras Públicas y aspirante a senador de la República.

Los hay en todas partes: lo mismo en la avenida de las Industrias, donde abunda el tráfico de carga, que en la Tecnológico, que conecta al centro de la ciudad con el populosa zona norte.

Y, claro está, no faltaba más, en el periférico De la Juventud, el corredor comercial más dinámico de la ciudad, ruta de acceso a colonias de reciente creación y asiento de los edificios más modernos de la ciudad.

Por todos lados se ve la cara sonriente del panista, que no es otra que la que aparece en la portada de una revista de circulación estatal. ¡No faltaba más! Lo de hoy es seguir con la onda revistera para hacerse propaganda sin que lo parezca.

Diversas fuentes nos confirman que Mario Vázquez sí va en la punta de la carrera, aunque no la tiene segura. Andan otros igual de “deschongados” e igualmente entusiastas con eso de la compra de espacios en espectaculares.

Por lo que hace a “Súper Mario Vázquez” la tiene que ni soñada: está en el gabinete estatal en un área como la de Obras Públicas, donde su partido ha enfocado su estrategia de ataque a la 4T; va por una candidatura que se va a definir ya entrado el año próximo, de modo que nada le obliga a dejar su puesto en el gabinete estatal, y nada le impide seguir apareciendo en portadas de revistas que solo se verán en las carteleras de la ciudad.

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Si algo le faltara al coctel de broncas que se trae el gobierno de la 4T en Chihuahua—presas, carreteras en mal estado, inseguridad y un larguísimo etcétera—, ahora se suma el de los productores de leche del sur del estado.

Son más de 300 productores que ya amenazaron con hacer lo que otros colegas suyos del sur del país, que de plano optaron por tirar la leche en lugar de venderlo a un precio que consideran más bajo que su costo de producción.

Allegados al problema nos comentan que los lecheros de Delicias se han cansado de pedir inversión del Gobierno Federal para la instalación de dos tanques de enfriamiento donde almacenar su producto diario, y un transformador que surta de energía eléctrica a estos.

Se trata de los lecheros que abastecen al Gobierno federal como parte del Programa de Abasto Social, quienes hasta hace poco estaban medianamente conformes con los 10 pesos con 20 centavos que se les pagaba por litro.

Sin embargo, con las constantes alzas de precios a sus insumos y el poco margen de maniobra que tienen por la falta de un sistema de almacenamiento, ahora están urgidos de un incremento o de un apoyo extraordinario de la Federación. A saber, cuál de las dos peticiones es más ilusoria.

Hasta ahora, el gobierno 4T ha mantenido el ojo en el problema del uso de agua almacenada en las presas del Distrito 05, pero no contaba con el foco de conflicto que representan los productores lecheros.

Cuidado, porque van de por medio más de 3 millones de litros de lácteo al día que, como ha ocurrido en otros estados y en otros momentos de la historia local, podrían terminar en la coladera o regados en la carretera como protesta por el bajo precio que les pagan.

De ser así, el olor a agrio que despide la leche en estado de descomposición será lo menos desagradable del problema.

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Dos noticias, una buena y otra mala: la buena, primero: que bajaron los homicidios incidentales o “culposos” en los primeros cinco meses del año. Ahora la mala: que el homicidio doloso, el que se comete con toda la intención de arrebatarle la vida a alguien, se disparó en un 15.21% respecto al mismo período del año anterior.

Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el SNSP, nos revelan que entre enero y mayo de 2023 se registraron 869 homicidios en territorio chihuahuense, que son 115 más que los 754 del año pasado a la misma altura.

De esos, 739 fueron dolosos, con saña y mala sangre, pues. Esa cifra supera con mucho los 601 del enero-mayo del 2022.’

¿Qué pasó en todo este tiempo para que se desatara así el “Chamuco”? si le hacemos caso al refrán popular que dice: “lo que mal empieza, mal acaba” pues por ahí andamos, porque el 2023 inició con una horrenda jornada el 1 de enero cuando un motín, fuga y masacre, todo junto, en el Cereso 3 de Juárez, conmocionó tanto a la ciudad como al estado y al país.

No por nada lucía tan preocupado el secretario de Seguridad Pública estatal, Gilberto Loya, en la conferencia de prensa que ofreció ayer, cuando informó de las cifras que tiene su dependencia, ya iban 123 casos en los primeros 17 días de junio.

Las cosas no se han calmado desde antes y, antes, al contrario, han ido en aumento: de los 140 homicidios en enero, pasamos a 172 en mayo.

¡Y eso que aún no empiezan los meses más violentos del año, que por registros históricos podemos concluir que son junio, julio y agosto!

PD: La buena: En homicidios accidentales (culposos) bajamos: de 154 en enero-mayo del 2022, a 130 en el mismo lapso del 2023. Un “menos” 15%. ¡Algo tenía que estar bien!