Como ya es costumbre, el estado de Chihuahua salió bien calificado en el estudio sobre las finanzas estatales que cada año presenta el IMCO.

También, como ya es tradición, ocupó uno de los primeros lugares en recaudación de ingresos propios: más del 23% de su presupuesto total proviene de impuestos, derechos y aprovechamientos que cobra el Gobierno—con toda la carga político que eso implica—y los mete a sus arcas.

Ahí va el dinero que con tanto esfuerzo pagan los empresarios de Chihuahua; las y los automovilistas (ya sea para pagar su Derecho Vehicular, su canje de placas o las infracciones de tránsito), los tramitadores de actas de nacimiento y un largo etcétera.

Ese esfuerzo lo ubica en el segundo lugar nacional en porcentaje de ingresos propios respecto a su presupuesto total, con un 23.5%. Es decir, que casi la cuarta parte del gasto de Chihuahua lo pagamos los contribuyentes de aquí en las cajas de nuestro gobierno. ¡Ándele!

En ese rubro solo queda por encima la Ciudad de México, con un 44. %, pero habría qué apuntar que la capital del país registra como ingreso propio el cobro del predial, mientras que en el resto de los estados los cobran los municipios.

Y no es por hacer menos a nadie ni por echarle juguito de limón a la herida, pero es que hay estados como Oaxaca o Guerrero que no aportan ni el 5%. O sea, ¡muévanle a cobrar sus propios ingresos!

En cualquier otro escenario, un comportamiento como el del gobierno chihuahuense y, especialmente, el de sus contribuyentes, sería premiado con creces y hasta enmarcado como un ejemplo a seguir, pero no.

Ya vimos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le dará un “recortón” a Chihuahua de más de mil millones de pesos. Nada más de escribir la cantidad nos dolió.

No se vale: al bien portado lo castigan y al que no mueve ni un dedo le dan para que gaste y hasta para que sus ex gobernadores anden en la grilla queriendo ser presidentes ¡Faltaba más!

Y eso que no hablamos de la inversión directa de la Federación en territorio chihuahuense, porque ahí sí que nos quedan a deber… mucho más, todavía.

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Los de la 4T en Chihuahua están temblando de miedo, y no necesariamente por que anden desbarrancándose en las encuestas, sino porque hay amenazas serias que se ciernen sobre sus ya encarriladas campañas.

Los “morenos” están temerosos de que, otra vez, el conflicto por el agua, la poca agua que tiene Chihuahua, se les vuelva en su contra como ya ocurrió en el 2021 y les tumbe las preferencias electorales con las que podrían ganar la Senaduría y en una de esas la mayoría en el Congreso.

Cercanos a los cuartos de guerra del partido guinda nos dicen que están seriamente preocupados, porque el gobierno de la 4T nomás no da señales de cómo va a manejarse este año, cuando Tamaulipas se ha sumado como un elemento más que demanda el agua almacenada en nuestra entidad.

Temen, no sin razón, que vuelva la Conagua con su tacto de rinoceronte en estampida, con Guardia Nacional y toda la exposición de fuerza posible, a querer demostrar “quien manda”.

Ya sabemos lo que pasó en el 2021 cuando Conagua —ciertamente, en uso de sus funciones—, quiso intervenir en el conflicto que llevó a decenas de productores a “tomar” la presa Boquilla: aquello fue un solo desastre para todos los frentes, con pérdida de vidas humanas de por medio.

Entre los operadores de las campañas de las “corcholatas” hay reservas, si no es que quejas contra la dirección local de la Conagua porque ni siquiera los ha querido recibir.

El detalle para el gobierno que dice ser “diferente” es que ya hasta los de casa se les están revelando. Ahí está el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, de Morena, con su actitud brabucona, exigiéndole a la instancia federal que les abra las compuertas a las presas del Distrito 05 de Chihuahua.

Si así van a llegar a la temporada electoral, que se cuiden, porque serán ellos mismos los que se “rompan el hocico”.

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La “negocia” para aprobar la reforma constitucional promovida por el PAN ya tiene un nuevo bache: la reducción de regidores de los ayuntamientos.

Inicialmente, había un acuerdo entre el PRIAN y Morena (bueno, entre el PAN y Morena, la verdad sea dicha), para hacer más pequeño el tamaño de los ayuntamientos y con ello ahorrar en pago de salarios a regidores.

Lo que estaba pendiente era la cantidad de regidores por ayuntamiento, pues el PAN traía una cifra y Morena quería dejarlos casi despelucados.

Sin embargo, a últimas fechas, el blanquiazul echó reversa y ahora no quiere reducir el número de regidoras o regidores. Ni un poquito siquiera.

Y eso que apenas el 1 de junio pasado, el subcoordinador de la bancada panista, diputado Saúl Mireles había presentado una iniciativa en ese sentido.

“Las diputadas y los diputados de Acción Nacional estamos conscientes que las personas exigen una redirección del presupuesto…”, dijo entonces el legislador.

Sin embargo, fuentes allegadas a la “negocia” le confirman a esta Doña que el PAN ya se echó para atrás en ese tema, como también en lo de elegir al regidor por voto directo y no como parte de una planilla.

Como se recordará, la propuesta surgió de una iniciativa del presiente AMLO que de inmediato la retomó su partido, Morena.

Esta consistía en dejar un solo regidor en municipios que tuvieran menos de 60 mil habitantes.

De ser así, solo seis municipios los tendrían, cosa que al PAN no le pareció.

A ver en qué termina todo esto, porque el tiempo corre y se agotan los términos para modificar cualquier legislación en materia electoral antes del proceso del 2024.

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La diputada Andrea Chávez está que brinca de gusto porque el Banco del Bienestar pronto abrirá una sucursal en Naica, el pueblo de su familia mayor.

Y cómo no estar feliz de contenta, si ese pueblo, recordado solo cuando se mencionan a las maravillosas formaciones de cuarzo que hay en su legendaria mina, nunca antes tuvo una sucursal bancaria.

En un comunicado de prensa, la legisladora y promotora del “corcholato” Adán Augusto López, destacó el hecho de que la banca creada por la 4T por fin le ponga un cajero automático a su querido pueblo.

“En tiempo récord, y tras diversas reuniones y gestiones en la CDMX, esta petición ya es una realidad: el Banco del Bienestar está construyendo una sucursal que mejorará la vida de los más de 4,000 naiquenses que tanto aportaron al Estado de Chihuahua, y con los que siempre estaremos agradecidos”, dijo en su comunicado.

¡Perfecto!, solo le faltó decirnos un pequeño detalle a la diputada: que el local que ocupará ese dichoso banco está situado en un predio que perteneció a un familiar suyo, don Jesús Chávez, el hermano de su apá.

Es en esa nueva sucursal donde hasta hace muy poco tiempo vivieron familiares de la orgullosa promotora de la grandeza de Naica.

¡Ay 4T, no te acabes!

Que bien que la abandonada Naica resurja, y que se le recuerde con afecto a “don Chuy” Chávez, dueño del Salón Reforma, que aún funciona en la “Tierra de los cristales”, pero ¡caray!, al menos disimúlenla tantito.