El magisterio se fue a paro este lunes por primera vez en 30 años, pero ahora lo hace sin tener una bandera sindical o una demanda de mejoras salariales o de prestaciones para su gremio.

Será por eso que ahora está más complejo que en aquel 1994, cuando simplemente pedían un 6.9% de incremento salarial, mientras que el gobierno de Francisco Barrio les ofrecía solo el 4%.

Si bien los paros de aquel entonces fueron de alguna manera “escalonados”, provocaron una tensión social y política lo suficientemente grave como para empeorar la situación en un año que fue particularmente difícil para el país.

Era noviembre de 1994, los últimos días de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari y la muerte violenta de Luis Donaldo Colosio aún flotaba en el ambiente. El “error de diciembre”, que quebró el sistema financiero del país, ya tocaba a la puerta.

Fueron tiempos diferentes, pero los resultados pueden ser los mismos: una ruptura entre el magisterio y el gobierno estatal donde no ganará nadie.

Si las cosas se manejan como en aquel entonces, con un discurso rasposo y retador por ambas partes, el resultado puede ser el mismo.

Ayer mismo, las dirigencias sindicales del SNTE; 42ª y 8ª, advirtieron que no van a permitir que se les descuente el día a las y los maestros que no fueron a trabajar en este lunes 16.

Ahí podría estar la mecha que encienda otra vez el ambiente social del estado, justo como hace 30 años.

El problema ahora es que, como decíamos anteriormente, no se trata ya de una demanda sindical, sino de la exigencia de que se entreguen los libros de texto gratuitos que han quedado varados a causa de amparos promovidos por inconformes, incluido el Gobierno del Estado.

Para los “profes”, el que la Clínica de Derechos Humanos se haya desistido del amparo en contra de los libros ya es una buena señal, pero hay otros dos que aún no se resuelven.

No está de más recordar, ya que echamos la memoria 30 años para atrás: aquel conflicto le costó al PAN la mayoría en el Congreso del Estado, y aquí habrá elecciones el año próximo.

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Chihuahua seguirá como uno de los pocos, muy pocos estados que no le han otorgado autonomía plena a su Fiscalía General del Estado.

El Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal y del Censo Nacional de Procuración de Justicia Federal (CNPJE-F) 2023 del INEGI reveló cuáles estados ya le cortaron el cordón umbilical a su Fiscalía y cuáles permanecen bajo el estricto mando de su gobierno estatal.

Son ocho, en total, es decir, el 25% de las fiscalías estatales del país las que no tienen autonomía y capacidad de decisión, personalidad propia y ejercicio de presupuesto de forma independiente a la administración central.

Esos ocho son: Baja California Sur; Campeche; Durango; Hidalgo; Tlaxcala, Yucatán y Chihuahua.

Quién sabe lo que estén planeando los otros siete estados, pero al menos en Chihuahua no se ve para cuándo contar con una fiscalía autónoma.

Al inicio del actual período de Gobierno, la bancada del PAN “exploró” introducir la figura de una fiscalía autónoma para que formara parte de su “mega reforma” a la Constitución del país. Sin embargo, de manera sorpresiva, hubo un golpe de timón y los blanquiazules dieron marcha atrás, al menos a ese apartado.

La figura de la fiscalía autónoma es uno de los factores que ha acentuado la división entre los grupos del PAN y de Morena, pues ninguna quiere dar su brazo a torcer.

Así que ya nos podemos preparar: la FGE va a seguir siendo parte del Gobierno del Estado…y el PAN y Morena discutirán largo y tendido sobre el tema en la tribuna del Congreso.

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En la ciudad de Chihuahua, catalogada como la 30ª más violenta del mundo, se podría uno imaginar todo tipo de operativos de fuerza para combatir el crimen, o la integración de fuerza especiales para enfrentar a grupos fuertemente armados.

Todo esto, claro, en el afán de proteger a la comunidad y hacer preservar la paz y el orden, como lo mandata la ley.

Pero eso ya vendrá después. A la mejor al rato. Por lo pronto—urgencias son urgencias—la Fiscalía de Distrito Zona Centro ya armó un operativo para detener… a perros que anden sin correa ni bozal.

¡Quihúbole!, la propia FGE dio a conocer mediante un comunicado que un grupo especializado de la Unidad de Investigación en Delitos contra la Integridad Física y Daños, “llevó a cabo un operativo en la ciudad Deportiva y en el parque Los Tronquitos, para verificar que los dueños de mascotas cumplan con las reglas para pasearlas”.

“Esta acción se realizó en atención a las denuncias interpuestas por ataques de perros”.

¡Rápido, llamen a Súper Can, necesitamos su ayuda, nuestros policías piden refuerzos!

Es de entenderse la preocupación de paseantes y público en general, cuando de que se le acerca un perro de esos que nada más les falta aullar para ser lobos y que le pelen los dientes a uno.

Peor aún, sufrir una mordedura que puede causar lesiones que dejan secuelas de largo alcance, si no es que de por vida.

De ahí a que la FGE Zona Centro se aviente a hacer un operativo, mientras que en otras zonas de la ciudad pasan verdaderas “tardes de perros” por robos, violencia, narcomenudeo, extorsiones y demás, pues bueno, piensa uno que hay prioridades.

Los agentes uniformados recorrieron los parques y reconvinieron a los dueños que paseaban a su perro sin que éste estuviese sujetado con una correa o no tuviera bozal, para aquello de evitar la mordedura.

¡Duro con ellos! Y que aprendan a hacerse responsables de sus mascotas, muy bien.

Ahora síganle con esa firmeza y vayan a detener a los delincuentes que nos quitan la tranquilidad, si no es que otras cosas, y que cargan armas más peligrosas que la dentadura de un perro.

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Mira qué descubrimiento el que acaba de hacer la CFE: el mejor desde que alguien inventó el hilo negro, o el descubrimiento del agua hervida.

La dependencia federal, que dirige el “bien recordado” Manuel Bartlett Díaz, acaba de justificar las fallas en el suministro de energía eléctrica a Chihuahua porque, durante el verano “se incrementa la demanda de agua”.

Todavía más, como para el Premio Nobel: también descubrieron que, como el calor está que tatema hasta las habas sin pelar, la gente consume mucha energía eléctrica para ambientar sus casas o negocios.

¡Eso era! No es que la CFE tenga fallas o que haya un déficit en la generación de energía eléctrica—que afecta a todo el país, por cierto—y mucho menos que las líneas de distribución daten de los tiempos del pantalón acampanado, no.

¡Es que hace mucho calor en Chihuahua!

Nada más hay que leer el Oficio No. CRI/GRI/UEL/606/2023, que envió la Gerente de Relaciones Institucionales de la Comisión Federal de Electricidad, a un exhorto del legislativo chihuahuense a solucionar el problema: la falta de luz y, por consiguiente, los cortes al suministro de agua.

Dice el oficio de marras durante los meses de mayo a agosto se presentan las temperaturas más altas en el Estado de Chihuahua. ¡¿En serio?! No lo sabíamos.

Pero que no hay fijón, agrega, porque ya están trabajando con los organismos encargados de distribuir y cobrar el agua potable—las Juntas de Aguas, para que se entienda—con el fin de solucionar el problema.

Sí, nada más que, por mucho que “trabajen”, el problema va a regresar el año próximo: el calorón no se va a ir, así que métanle dinero a la distribución de energía eléctrica, no le hagan al listo.

Y por cierto, ya que descubrió el hilo negro, échenos la mano para que nos bajen de tarifa en temporada de verano.