A estas horas ya sabemos los resultados de las dos elecciones de gobernador y gobernadora que se celebraron el 4 de junio pasado. Para cuando lea esto, ya sabrá que el PRI terminó su reinado de casi 100 años en el Estado de México y que lo refrendó —casi por el mismo tiempo—, en Coahuila.

A reserva de ver cómo quedarán integrados por congresos y por cuántos puntos le gana el o la una a la otra, los números resultantes no son una buena noticia para el PRIAN, por más que Santiago Creel y Alito Moreno se empeñen en buscarle tres pies al gato y decir que perdieron en el Edomex, pero ¡Ah qué goliza les metimos en Coahuila!

Una vez que el PRI perdió el estado más poblado del país, la alianza opositora se quedó con los gobiernos de siete entidades federativas que en conjunto suman 21 millones 3 mil habitantes.

La cifra en sí misma ya es desalentadora si se toma en cuenta que nada más en las elecciones del Estado de México estaba en juego el gobierno de 16 millones 992 mil 418 habitantes, según el INEGI. Es decir, que Morena, nada más con ese triunfo del domingo 4, casi les “empata” el marcador”.

Eso no lo es todo: con excepción de Guanajuato, el PRIAN se quedó con algunos de los estados con menor densidad de población y, por tanto, con los que menos le aportarán a la votación presidencial y a la legislativa del 2024.

Veamos: Chihuahua, donde gobierna el PAN, es el segundo estado más despoblado, con 15 habitantes por kilómetro cuadrado, puesto que comparte con Durango, también de la alianza, con la misma densidad.

La cosa se les compone un poco en Querétaro, con 203 h/k2 y Guanajuato, con 201 h/k2.

La, digámosle así, “buena noticia” para el PAN es que ya superó al PRI en número de personas gobernadas desde el ámbito estatal, y lo hace por primera vez en la historia de ambos partidos.

Tras la derrota del PRI y la próxima entrega del poder a Morena, el tricolor se quedará con apenas 4 millones 979 mil 421 gobernados, en dos de los estados más despoblados, como Durango y Coahuila.

Para darnos una idea: entre Aguascalientes y Chihuahua tienen más población bajo las siglas del PAN: más de cinco millones de habitantes.

Las cifras anteriores seguramente pesarán a la hora de que el tricolor —¡descolorido, será! —, el blanquiazul y el paliducho PRD se sienten a negociar posiciones y candidaturas de cara a la elección del 2024.

Eso, si deciden ir juntos, porque ya se oyen voces dentro del panismo que rezan el famoso refrán mexicano que dice: “más vale solos que mal acompañados”.

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Ahora sí que Javier Corral se puso a sudar calenturas ajenas con la derrota de su casi ex partido en el Estado de México.

En mensajes a través de sus cuentas de redes sociales, el exgobernador y tal vez expanista, explotó contra la dirigencia del blanquiazul por haber acompañado al PRI en su más grande derrota en una elección de gubernatura estatal.

“En su ruindad política y su ruina electoral, a muy poco del colapso definitivo, lo más vergonzoso y repugnante, es que el PRI completará su obra destructiva y se llevará también al PAN a la tumba”, dijo.

No sabemos si lo dijo enojado o con prisa por ir al funeral del partido que fuera su némesis, el PRI, y el que le hiciera gobernador, senador, diputado federal y local, o sea el PAN.

“Enterrados juntos, en una asquerosa némesis necrofílica que jamás hubieran imaginado los panistas de la primera hora”, cerró su comentario.

Lo que son las cosas: horas después, en su misma cuenta de Facabook, felicitó a la primera dama, Beatriz Gutiérrez Müller.

“Espléndida intervención de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, en el acto de entrega de documentos agrarios, en Chetumal, Quintana Roo. Una empatía solidaria, un enfoque de fondo, de quien conoce la historia”, dijo Corral.

El político metido a librero se deshizo en elogios hacia la esposa del presidente AMLO: “Mujer inteligente, lectora tenaz y escritora multifacética”.

¿Qué, por ahí va la picheada? ¿lo veremos encampañado en el 2024, pero pintado de guinda…? ¿o de naranja, como aseguran otros? Al tiempo la respuesta.

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El Gobierno del Estado tiene una mala y otra peor: la mala es que debe tener en operación el BRT de Juárez a más tardar el 31 de diciembre. La peor: que para el 30 de junio deben estar concluidas las obras de infraestructura.

Sí, para el 30, es decir, para dentro de 25 días naturales, o sea, 20 días hábiles. Para ese entonces ya no tiene qué estar echando cucharazos de mezcla ni atornillando señaléticas, no. Terminado es terminado, no “casi” o “ya mero”.

¿Y qué pasa si no? Poca cosa: deberá regresar el recurso que le entregó el Fondo Nacional de Infraestructura, el FONADIN, con todo y los rendimientos que se hubieran generado desde el momento cuando se les entregó el dinero y hasta que lo estén pagando de regreso.

Es decir, que son dos tiempos: si para el 30 de junio no ha terminado, malo; pero si ya están las obras, la libran, siempre que para el último día del año, a más tardar, ya anden rodando los camiones, trasportando gente a lo largo de toda su ruta.

Así está establecido en la cláusula número XVI del Convenio que firmó Gobierno del Estado con FONADIN para obtener recursos federales destinados a ese largo y tormentoso proyecto de transporte para Juárez.

¿Lo logrará? Quién sabe. La obra de infraestructura está avanzada, pero no terminada. En una de esas le apuren, terminan a tiempo y se libran del guamazo del 30 de junio.

El problema es la operación del sistema, porque no hay camiones disponibles en el mercado para echarlos a rodar a tiempo. No todos, pues.

Tal vez se pueda conseguir una parte del total de la flota, y en una de esas negociar con FONADIN un poco más de tiempo para completar todo el sistema en los primeros meses del 2024.

Más vale que así sea, o de lo contrario, va a costar dinero, y mucho, sin contar con el costo político de mantener cerrados los carriles centrales de la avenida Tecnológico por otro año más y sin camión que circule por ahí.

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La secretaría de Salud comenzó esta semana una compaña ambulante de vacunación contra la neumonía y el tétano que recorrerá distintos puntos donde asisten grandes cantidades de personas, como para que a nadie se le pase ponérselas.

Se trata de una buena noticia, luego de que en los centros de salud les dijeran a los solicitantes que no había vacunas suficientes para algunas enfermedades.

En otras épocas, llegó a escasear la vacuna contra el tétano y ahora, por fortuna, la están aplicando a niños de hasta 12 años, para que completen su esquema de vacunación.

A los adultos de 60 años o más se les está invitando a que pasen a recibir el “piquete” en el hombro para inmunizarlos contra la neumonía, enfermedad que afecta principalmente a la población mayor y que suele complicarse con otros padecimientos respiratorios.

Los puestos ambulantes andan por todas partes, ya en los supermercados, en los lugares públicos o en las plazas.

A esa buena nueva se agrega el dato que recién nos pasaron, de que los centros de salud estatales y cuentan con el antídoto contra la rabia, mismo que había faltado en las existencias del sector salud en semanas anteriores.

Ahora falta que la población se acerque y se ponga el pinchazo, sobre todo los adultos mayores, población que fue la más afectada por la pandemia de Covid-19, pues la gran mayoría de los decesos correspondieron a personas de 50 años o más, según cifras del sector salud.

A buena hora, porque la época de la propagación de enfermedades del sistema respiratorio arrecia en el invierno. Más vale llegar al “frío” bien inmunizado.