En las últimas semanas han salido a la luz protestas y reclamos procedentes de todos los rumbos de la Universidad Autónoma de Chihuahua, causadas por las condiciones de precariedad en las que trabajan algunas de sus unidades, y por la falta del equipamiento más elemental en el aula para impartir una clase de nivel superior.

Abundan las quejas de las y los alumnos por las goteras en sus salones, la falta de refrigeración–¡y esperen a que sientan la falta de calefacción en el invierno! — y lo viejo y gastado del mobiliario y demás equipamiento.

Sin embargo, mientras todas esas carencias afloran, también salen a la luz pública los gastos superfluos que se han hecho en la UACH desde que Luis Alfonso Rivera Campos tiene algún cargo directivo.

En marzo de 2022, se pudo saber que la Facultad de Derecho, entonces dirigida por el hoy rector, se “botó” más de 500 mil pesos en pavos, vinos y playeras para el personal de esa unidad.

La Unidad de Transparencia de la Universidad Autónoma de Chihuahua respondió a la solicitud 080143322000097, recibida el 23 de febrero del año 2022, cuánto se gastó la Facultad a cargo de Rivera Campos en sus “regalitos”.

Ahí les van a los maestros, maestras, personal administrativo y alumnado que hoy en día se quejan por la falta de casi todo para dar sus clases:

En aquel festejo, se gastó 37 mil 500 pesos en vinos y 451 mil 527 pesos ¡en pavos! O sea, 489 mil 027 en los “presentitos navideños”.

Al menos podemos decir, un poco en descargo, que los vinos se los compró a la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas y los pavos, a la de Zootecnia.

Pero ¿95 mil 294 pesos en camisetas—“jerseys”, dice el informe—? Fueron 125 jerseys, según la respuesta a la petición de transparencia. De ser así, cada una de esas piezas costó 762 pesos ¿Acaso venían firmadas por Lionel Messi? En cualquier tianguis se encuentran ese tipo de camisetas a menos de la mitad de precio.

Como decíamos líneas arriba, la información que aquí presentamos fue entregada a la o el solicitante el 4 de marzo del año 2022.

Habrá que esperar a ver cuánto se gastaron en las “posaditas” del 2022 y cuánto más se habrán de desembolsar en las del 2023.

¡Aguanten vara, alumnado y maestros! No hay para clima en los salones, pero en una de esas y les toca un “jersey”.

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Tanto al interior como al exterior del PAN circula la pregunta que nadie ha respondido a cabalidad: ¿cuánto dinero se ha gastado Mario Vázquez Robles en carteleras espectaculares? Y sobre eso mismo, ¿cuánto más por las “entrevistas” y las portadas que le han hecho las revistas que supuestamente contrataron los espacios publicitarios?

Según algunas fuentes, el aún secretario de Comunicaciones y Obras Públicas tiene más de 100 carteleras contratadas en diversos municipios, pero sobre todo en Chihuahua y en Ciudad Juárez.

En algunas ciudades del país llega a costar entre 20 y 40 mil pesos al mes. En Chiwas no andan muy por debajo de esa cantidad, igual que en Juárez.

Así que háganle cuentas desde hace dos meses que arreció la guerra de los espectaculares, ¿cuánto dinero se han gastado?

El detalle es que el INE no va a revisar esos gastos sino hasta que audite el año fiscal completo de cada partido.

Y aun así, difícilmente saldrá a relucir la cifra, porque las y los contratantes ya han respondido que ellos no los ordenaron, sino que fueron las revistas que les dieron las portadas.

Como sea, la imagen de Mario Vázquez ya se posicionó lo suficiente como para que, a estas alturas, le salga un “gallo” en PAN que le dispute la candidatura “varonil” al Senado.

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En el tema de los embodegados libros de texto gratuitos, alguien tiene que salir a liberar la presión de esa olla que ya está a punto de estallar.

El no reparto se ha convertido a estas alturas desfogar” el tema de los libros porque ya se convirtió en ya no en un factor de fricción ya no entre la 4T y el Palacio, sino entre padres y madres de familia y personal docente.

Este, por su parte, al no tener una respuesta que dar cuando les reclaman la falta de materiales, para pronto transmite el problema hacia las alturas del Gobierno.

Nos comentan que el pasado viernes 29 de septiembre, en las reuniones de los Consejos Técnicos Escolares, ya salieron chispas entre maestros, inspectores y líderes sindicales por la falta de esos materiales de enseñanza.

Nos cuentan que fueron los inspectores los más “embravecidos” a la hora de hacer el reclamo, pues ellos a su vez han ido recogiendo los gritos y mentadas de las maestras y de los profes por no contar con libros.

Y éstos, a su vez, ya tienen encima a padres de familia y hasta a sus propios alumnas y alumnos porque nomás no hay con qué ponerse a estudiar y a encargar la tarea diaria.

Los inspectores plantearon que esto ya debe terminar, porque los libros son materiales que reclaman hoy en día los profes y las maestras, pues son sus herramientas de trabajo, o al menos así se refieren a ellos.

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En los últimos informes de la Secretaría de Salud acerca del COVID-19 se aprecia un repunte tanto en el número de casos confirmados como en los de inicio de síntomas 1,042 y 320, respectivamente.

Ante estos datos, y sin ánimos de hacerle a la alarmista, esta columna se puso a consultar a especialistas de diversas especialidades médicas, y las respuestas no son muy tranquilizantes que digamos.

En principio, se nos comenta que la vacuna que nos pusieron, de la “marca” que haya sido y en las dosis que nos hayan puesto, ya no tiene efecto inmunizador.

Según lo informan diversas publicaciones especializadas, disponibles en Internet, el efecto inmunizador de la vacuna es de un máximo de 12 meses.

Es decir, que quienes se pusieron el “refuerzo” en el 2022, ya no andan inmunes.

Lo peor del caso es que no hay vacunas, y ni porque los gobiernos tengan vacíos sus anaqueles, sino porque no se ha avanzado en el diseño de una que responda a las mutaciones que ha tenido el virus.

Otras voces consultadas nos comentan que la vacunación fue fundamental para reducir a la mínima expresión la cantidad de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos por esa enfermedad.

En lo que coinciden todos, sin embargo, es en la importancia que tuvieron las medidas de prevención que recomendó la OMS y que gran parte de la población siguió, particularmente, el uso del cubrebocas, el lavado constante de manos el evitar tumultos.

El problema es que esos buenos hábitos se han perdido y hoy en día la gente acude a lugares abarrotados y en espacios cerrados sin cubrebocas.

Así que, en lo que son peras o son manzanas, nos piden hacer caso a las recomendaciones que no han dejado de hacer las autoridades: seguir las medidas de precaución. En serio, esas medidas son menos molestas que la enfermedad.