En lo que son peras o son manzanas, el Ayuntamiento de Chihuahua, que preside Marquito Bonilla, ya aprobó una partida de 190.4 millones de pesos para construir el controvertido—literalmente hablando—“Nuevo Relleno Sanitario Metropolitano Mápula”.
Ya saben, es ese relleno que ha causado tantas broncas que tiene sobre su cabeza una media docena de juicios de amparo, uno de ellos, promovido por el empresario de los embutidos, Eugenio Baeza Fares.
Por lo pronto, y en lo que los tribunales deciden lo que haya qué decidir, el Gobierno municipal ya votó a favor, así haya sido por mayoría, un presupuesto “multianual”, es decir, que ya fijaron la cantidad que gastarán en ese proyecto en el 2023 y en el 2024.
Para este 2023, la suma aprobada es de 122 millones 982 mil 30 pesos, mientras que para el próximo año serán 67 millones 514 mil 379 pesos.
Esto es, que la mayor parte se gastará en los cinco meses que le quedan al año. Más vale que le apuren.
Según el resolutivo del Ayuntamiento, el contrato tiene una vigencia para ejercerse durante todo el año fiscal 2024, y está “condicionado lo anterior a la resolución favorable que se dicte en los procedimientos jurisdiccionales y/o administrativos que se siguen por la construcción del Nuevo Relleno Sanitario, siempre y cuando no exista impedimento jurídico para que se materialice el proyecto”.
O sea, que si el juzgador dice “no” y ampara a los inconformes, adiós contrato de a 190 millones “del águila”.
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Entre los derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado ya circula, y con fuerza, la queja por la discriminación que reciben de parte de algunos prestadores de servicios subrogados.
Se dice que, tan pronto el médico o el hospital se percatan de que se va a atender a un pensionado, cuando ya lo mandan “a la fila” o le dan un servicio de mediano para abajo.
No es una generalidad, ciertamente. El empleado al servicio del Gobierno estatal se siente complacido por el servicio y afortunado de tener ese derecho, pero de que los hay, los hay.
Fue tal la queja de empleados de Gobierno y de organismos descentralizados que se sintieron “mugroseados” por médicos particulares, que el Congreso del Estado tuvo que entrarle al tema.
Este miércoles, la Diputación Permanente aprobó un decreto en el cual le pide a la Junta Directiva de Pensiones Civiles del Estado apretar las tuercas en su Estatuto Orgánico para obligar a los subrogantes a ponerse la pila y dar un servicio de calidad a todos los más de 90 mil derechohabientes.
La idea es que, el médico u hospital que no cumpla o que mande a la fila al empleado público, reciba una sanción de esas que duelen, o de plano le dé de baja.
El decreto del Congreso dice que los abusos de los proveedores de Pensiones “deben de ser atendidos tal como cuando en cualquier empresa se presenta un proveedor que no cumple a cabalidad con sus servicios”.
Buen punto del Legislativo estatal. El problema es que no puede entrarle a la fiscalización, pues se trata de entes privados, pero sí le puede pedir a PCE que les jale las orejas y les lea la cartilla, o se salen de la lista de proveedores.
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Desde arreglos a la duela, ya muy tallada, por cierto, hasta el cambio de banderas. De todo se le va a hacer a las instalaciones del Congreso del Estado para que se vea no como una sala de juntas grandota, sino como la sede de uno de los poderes del estado.
Nos cuentan que ya se hizo la petición formal a la V Zona Militar para el intercambio de las dos banderas actuales, las que engalanan el fondo de la tribuna, por unas nuevas, como para que hagan juego con la pintura y el suelo pulido que habrá cuando todo el trabajo termine.
Uno de los cambios más significativos es la reubicación de los nombres de personas, instituciones y sucesos inscritos con letras doradas.
Actualmente, estos se encuentran en un falso muro de color negro situado a un lado del salón, del lado del ventanal. Estos serán cambiados a la parte de enfrente, a los lados de las dos banderas, tal como estaban en el viejo recinto legislativo del Palacio de Gobierno.
¿Que dé a cómo nos va a salir? De a un millón 500 mil pesos. Ahí nomás, cómo quien le quita un pelo al gato.
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El INEGI dio a conocer las cifras de defunciones del año 2022 y estas muestran que, en Chihuahua, el homicidio sigue en el “top five” de las causas de muerte entre los hombres.
Mientras que a nivel nacional los principales “homicidas” son las enfermedades del corazón, la diabetes y los tumores malignos, en Chihuahua, la muerte violenta ocupó el segundo lugar entre las causales de muerte de los hombres.
En total, fallecieron 29 mil 114 personas durante el año pasado, de los cuales 17 mil 269 eran hombres, 11 mil 813 mujeres y 32 quedaron registrados como “sexo indefinido”.
En el caso de las causales de muerte entre hombres, las enfermedades del corazón continuaron al frente, como desde hace muchos años, con un total de 3,757 defunciones, seguido de las Agresiones, como se le clasifica a los homicidios, con mil 600 casos.
Mientras que a nivel nacional y gran parte de las entidades del país, la Diabetes mellitus fue la segunda causal, aquí se fue al tercer lugar, con mil 480 casos, seguido de los Tumores malignos, con 1,428 y los Accidentes, con 1,274.
En cuanto a las mujeres, además de que murieron muchísimas menos: 11,813 en total, es decir, 5 mil 456 menos defunciones que los hombres, sus causales fueron en su mayoría por problemas de salud.
De Enfermedades del corazón fallecieron 2,811; de Tumores malignos, 1,554; Diabetes mellitus, 1,410 y, en cuarto lugar, de COVID-19, con 672 casos.
Es decir, la violencia no tuvo que ver entre las principales causas de muertes de mujeres.
A nivel global, las principales causas fueron las enfermedades del corazón, la Diabetes mellitus y los tumores malignos, pero en el cuarto lugar quedaron los homicidios, con 1,820 casos, y los accidentes, con 1,730.
Esto es, que entre esas dos causas, que se llevaron principalmente a personas jóvenes, juntaron 3,550 pérdidas humanas.
Ahí están las cifras, son del INEGI y se basan en los datos tanto del Registro Civil como de las agencias del Ministerio Público, así que algo de puntería han de tener.
Ahora falta que se apliquen políticas públicas para evitar tanta muerte violenta.