El Gobierno de México informó que este día, 29 personas mexicanas acusadas o sentenciadas por delincuencia organizada y tráfico de drogas, fueron extraditadas a los Estados Unidos de América.
En un comunicado conjunto, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informaron que el Gobierno estadounidense requería a los ahora extraditados por sus vínculos con organizaciones criminales por tráfico de drogas, entre otros delitos.
En ese grupo, está incluido el narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien adquirió fama en los años 80 por el descubrimiento del rancho El Búfalo, en el estado de Chihuahua, considerado hasta entonces el área de cultivo y almacenamiento de marihuana más grande del mundo.
¿Qué era y dónde estaba El Búfalo?
El Rancho El Búfalo, ubicado en el municipio de Allende, estado de Chihuahua, México, quedó ubicado en el mapa por ser la extensión sembrada de marihuana más extensa de cuantas se conocían hasta entonces, con 544 hectáreas.
Uno de los operativos más famosos ocurrió en 1984, cuando el Ejército Mexicano, en colaboración con la DEA (Drug Enforcement Administration), incautó más de 4 mil kilos de cocaína y detuvo a varios miembros del cártel.
Desde el primer momento en el que se dio a conocer el “bufalazo”, como se le conoció entonces a ese operativo, se relacionó al Cártel de Guadalajara y, en específico, a Rafael Caro Quintero como propietarios y precursores de ese centro de almacenamiento y producción de enervantes.
Ese rancho también era utilizado para la cría de búfalos, lo que servía como una fachada para sus actividades ilícitas.
El Búfalo es un símbolo de la complicada relación entre el narcotráfico y las autoridades en México.
Además, es un recordatorio de cómo los carteles colombianos y mexicanos establecieron alianzas que, con el tiempo, permitieron a los cárteles mexicanos ganar más poder y autonomía en el negocio del tráfico de drogas.
Casi un año después, en 1985, Caro Quintero fue acusado por el gobierno norteamericano de ser el autor del homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.
Ese crimen, más el caso “Búfalo” y el secuestro de la hija de un conocido político de la época, llevaron a Caro Quintero a ser uno de los delincuentes más afamados del país, al grado que se le dedicaron corridos, pero también, lo convirtieron en uno de los 10 más buscados por el Gobierno estadounidense.
Quintero fue arrestado el 4 de abril de 1985, pero liberado durante el período del presidente Enrique Peña Nieto.
La liberación ocurrió el 4 de agosto del 2013, por mandato de un juez federal. Llevaba 28 años recluido en prisión. Fue detenido de nuevo en agosto de 2022.
Su historia es un ejemplo de cómo el crimen organizado ha utilizado lugares remotos y estratégicos para sus operaciones.
Los otros 28 extraditados
En su comunicado, el Gobierno de México informó que la custodia, traslado y entrega formal de los extraditados se realizó bajo los protocolos institucionales y “con el debido respeto de sus derechos fundamentales, en apego a nuestra Constitución y a la Ley de Seguridad Nacional y bajo solicitud del Departamento de Justicia de los Estados Unidos”.
De la lista de enviados a aquel país, destacan los nombres de Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, alias “El Z 40” y “El Z 42”, así como Antonio Oceguera, hermano del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oceguera.
Además, incluye a José Ángel Canobbio, alias El Güerito, miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa y operador de Los Chapitos, organización dirigida por los hijos de El Chapo Guzmán.