El cerco para impedir que migrantes crucen el río Bravo y se entreguen a la Patrulla Fronteriza, fue extendido en las últimas horas.
Trabajadores vestidos de civil se movilizaron esta mañana para instalar cuadros de tela metálica con tubos, los cuales colocaron sobre el cemento de lado americano junto al afluente del río.
En todo momento los trabajadores fueron custodiados por elementos de la Guardia Nacional de Texas.
Desde hace varios días uniformados de la misma institución pusieron alambres con púas, pero han ido extendiendo la barrera.
Inicialmente la Patrulla Fronteriza tenía un punto de recepción a la altura de la colonia Bellavista aledaño al puente negro y luego lo movió casi bajo el puente Stanton.
Ahora los migrantes que buscan llegar a formarse a la fila deben caminar cientos de metros más junto al muro fronterizo.
Personal de la Guardia Nacional no los detiene, sólo coloca la malla y les indica verbalmente que no es un punto de entrada legal, sin embargo, los extranjeros hacen caso omiso y continúan cruzando el río Bravo y formándose para entregarse en busca de asilo político.
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