Si bien es cierto que el estrés activa el sistema nervioso autónomo y el motor, así como el sistema nervioso central para estar alertas ante los retos de la vida diaria, un estado de alerta así puede arruinar todo a la hora del amor.
“Con el estrés se producen cambios en la frecuencia cardiaca, respiratoria, tensión muscular, sensaciones gástricas, dolores de cabeza, insomnio, disfunción o contracturas musculares”, comenta el doctor Jesús Benavides Olivera.
El bariatra resalta que al afrontar el estrés en positivo ayuda a analizar las causas y a responder con mayor rapidez, es decir, el estrés bien enfocado impulsa la evolución y el desarrollo.
“Para conseguirlo, el primer paso es identificar qué es lo que nos causa estrés y por qué provoca esa sensación, también ayuda el realizar ejercicio y la meditación”, recomendó el cirujano.
Señaló que manejar bien el estrés nos pone alerta y nos torna positivo, pero en exceso, provoca que el apetito sexual disminuya.