La historia de amor de Andrea Legarreta y Erick Rubín, como ellos mismos han compartido, no se acaba, sino que se transforma pues, luego de 22 años, construyeron una de las familias más ejemplares del medio artístico, debido al respeto y solidaridad que se entregan entre cada una y uno de los integrantes de la familia, aunque cabe recordar que al principio doña Isabel, la madre de la conductora, no veía con buenos ojos al cantante, por lo que no estuvo de acuerdo cuando la pareja se comprometió.
Ayer, la pareja lanzó un comunicado en que oficializaba su separación, dejando sorprendidos a propios y extraños pues Andrea y Erick representaban una de las relaciones de pareja más estables del medio pues, si bien, a lo largo de todos estos años, se llegaron a especular diferentes versiones acerca de que su amor no era como lo pintaban, ellos siempre demostraron que sólo se trataban de rumores que no trascendían de los titulares de revista.
Su relación se convirtió en una de las favoritas del público, ya que desde que las redes sociales aparecieron, la familia Rubín Legarreta comparte cada uno de los detalles de los viajes en familia y de los momentos más importantes de sus vidas con todos sus seguidores, sin embargo, al principio de su relación, hubo alguien especialmente importante que no estaba de acuerdo con la relación.
Se trató de nada más y nada menos que de doña Isabel Martínez, la madre de Andrea, que, desde que la conductora era muy chica estuvo acompañándola y apoyándola para cumplir sus sueños, pues acudía con ella a los castings de telenovelas y programas de conducción en los que Legarreta apreció cuando era apenas una adolescente.
De hecho, antes de que Andrea y Erick se convirtieran en novios, “Chabelita” -como le dice su hija- ya había conocido al cantante, pues como la conductora llegó a protagonizar “Alcanzar una estrella” a lado de Sasha Sokol y Mariana Garza, llegó a convivir con los Timbiriche.
Precisamente ese era el problema de doña Isabel, la cual conocía a los jóvenes que formaban parte de la agrupación, además que había escuchado los rumores acerca de que eran adolescentes que llevaban una vida de excesos y de romances fugaces, situación que evidentemente no quería que atravesara su hija, la cual había entablado siempre relaciones duraderas a lado de “chicos fresas”.
Antes de conocer a Erick, Andrea sostuvo una relación de siete años y medio con un joven con el que llegó a hablar de boda, sin embargo, este deseo no se concretó y cada una de las partes siguió con su vida y aunque la conductora llegó a salir con otras personas, no fue sino hasta que conoció a Rubín que olvidó todas las otras historias de amor que había vivido en el pasado.
Así lo rememoró en la sección “A corazón abierto” del programa “Hoy”, en el que detalló que, si bien, conocía a Erick de vista y, de hecho, era su Timbiriche favorito pues le encantaba su voz, no fue sino hasta que se vieron en un antro en el que un amigo en común le pidió que se acercara a ellos, pues le quería contar que el músico acaba de confesarle que creía que ella se convertiría en la madre de sus hijos.
En esa ocasión, la química entre los dos fue tal que, al día siguiente, Andrea no resistió las ganas y les contó a su madre y a don Juan, su padre, que había coincidido con el exTimbiriche la noche anterior, hecho que molestó visiblemente a su madre, quien no tuvo pudor para evidenciar su desacuerdo, tanto así que el día en que Erick le pidió matrimonio -a tres meses de relación-, la conductora volvió a casa con la ilusión de mostrarle el anillo a doña Isabel, la cual la vio indiferentemente y lo único que le pidió fue que se fuera a dormir.
Sin embargo, con el paso del tiempo su madre y padre se dieron cuenta de que Andrea estaba muy enamorada de él, por lo que lo aceptaron dentro de la familia.