El poder de la oración y el clamor de siete monjas Clarisas Capuchinas fue escuchado por generosos ciudadanos.
Las religiosas se encontraban en una situación precaria, prácticamente sin alimentos y con pocos medicamentos para enfrentar el crudo invierno serrano, en la reclusión que les exige su orden.
Sin embargo, algunos ciudadanos apoyaron conmovidos por la situación expuesta en Norte Digital y aportaron despensas, medicamentos y depósitos en efectivo.
La madre Angélica de la Cruz Elicerio, directora de la orden, agradeció incluso el ofrecimiento de una empresa juarense para colocar celdas solares generadoras de energía eléctrica, como una forma de atenuar los altos costos por el consumo de luz.
“Estamos muy conmovidas y agradecidas por toda la solidaridad mostrada después de la publicación del artículo en el que pedíamos ayuda”, dijo la religiosa.
Resaltó que también llegaron importantes apoyos en víveres y medicamentos que les han ayudado a enfrentar las inclemencia de las bajas temperaturas y las recientes nevadas.
La religiosa pidió a la ciudadanía que no las olviden, ya que buscan ahorrar para adquirir una máquina bordadora y enseres para la elaboración de rompope y ostias.
La madre Clarisa Capuchina reiteró el agradecimiento y prometió orar por quienes las salvaron de la hambruna y la enfermedad.