El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que no está de acuerdo con que los fabricantes de armas en Estados Unidos financien las campañas de diputados y senadores en ese país, porque se crean intereses que permiten el uso indiscriminado de éstas.
En su conferencia mañanera de este martes en Palacio Nacional, López Obrador pidió al gobierno de Estados Unidos un mayor control y que no se vendan de manera libre las armas de alto calibre, porque causan daño en México y en Estados Unidos.
“Sentimos que no regulan la venta de las armas porque hay muchos intereses económicos detrás, que son muy poderosos. No vemos bien que los fabricantes de armas apoyen a diputados y senadores en sus campañas, por eso hay senadores, diputados, que guardan silencio, y otros que de manera descarada defienden la enmienda en donde se permite el uso indiscriminado de armas en Estados Unidos”, dijo.
Congreso de EU debe revisar actuar de la DEA
Dijo que el Congreso estadounidense debe revisar la actuación de las agencias de investigación, como la DEA, porque están infiltradas por el crimen organizado, y ejemplificó con el caso del exdirector de dicho organismo en México, quien fue removido por tener vínculos con el narcotráfico.
Y añadió que esas son las fuentes de la información errónea que utiliza el senador republicano Lindsay Graham para acusar a México de ser el origen de la crisis por consumo de fentanilo que aqueja a Estados Unidos.
“Deben ser revisadas estas agencias, porque el que fue jefe de la DEA en México lo tuvieron que quitar porque tenía relación con narcotraficantes. Por eso también la desinformación del senador Graham, porque tiene información de la DEA, que no es información buena”, aseveró López Obrador.
Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard dijo que la disponibilidad de armas está vinculada a la violencia en México, por lo que el principal objetivo es reducir esa disponibilidad, ya que el 70% de las armas utilizadas por los cárteles de narcotráfico proviene de Estados Unidos.
En ese sentido, detalló que se han interpuesto dos demandas: una contra la industria de armamento, por negligencia, y otra contra las armerías, principalmente en Arizona y Texas.