Amigos de Jeison Daniel, el acusado de provocar un incendio en la estación migratoria donde murieron 39 migrantes, pidieron que realmente se haga justicia y se castigue al personal del Instituto Nacional de Migración (INM), por haberse negado a abrir la puerta para que salieran los detenidos.
Dijeron que el venezolano imputado por el delito de homicidio, es inocente.
Uno de los extranjeros, de unos 25 años, quien dijo ser amigo del ahora detenido y quien lo acompañaba cuando fue el operativo de Migración para detenerlos el pasado 27 de marzo.
Señaló que seguramente las autoridades federales están haciendo la investigación a favor de los propios responsables del INM en Juárez.
“El gobierno va a querer que él pague por todas las muertes, no quieren culpar a Migración, pero no tienen las pruebas suficientes para culparlo”, puntualizó.
Dijo que si Jeison hubiera muerto en la tragedia de ese día, buscarían seguramente otro a quién culpar.
Dudaron que el Juez le dé la oportunidad a su amigo, de dar su declaración y defenderse para poder quedar libre.
Exigieron que se analicen las imágenes grabadas con el circuito cerrado de cámaras, para determinar lo que ocurrió realmente al interior de la estación migratoria y se demuestre la inocencia de su amigo.
‘Jeison se quedó quieto por eso lo detuvieron’
El principal entrevistado, quien prefirió omitir su nombre, mencionó que Jeison tiene 34 años, de oficio carpintero en su natal Venezuela y que desde hace cinco meses que llegaron a Ciudad Juárez, se dedicaban a limpiar vidrios, de donde obtenían recursos para sobrevivir.
El ahora detenido trabajaba además aquí en Juárez como obrero en obras de construcción, según platicó.
Señaló que cualquiera que conviva un día con Jeison, se daría cuenta que sería incapaz de causar daño a personas, por lo que no es justo que sea considerado homicida.
“Él tenía más o menos cinco meses en Juárez, llegó con nosotros”, refirió al tiempo que señaló a otros migrantes reunidos en las inmediaciones de la estación migratoria del puente Lerdo.
Señaló que Jaison es serio, pero también alegre en ocasiones y no lo tenía en el concepto de violento, lo cual reafirmaron otros migrantes.
Anotó que al igual que los demás migrantes que se encuentran en la frontera, Jeison estaba desesperado por cruzar a Estados Unidos.
Otro señaló una cobija roja, la cual utilizaba Jeison para protegerse del clima frío.
“No estábamos haciendo nada cuando nos agarraron, yo me les escapé a Migración, estábamos frente a un Oxxo cargando los teléfonos cuando llegaron, yo me fui por donde estaba un negocio”, afirmó.
Comentó que Jeison se quedó quieto y ahí lo subieron a un vehículo para llevarlo al INM.
‘Si tuvieran agua los migrantes habrían apagado el fuego’
Agregó que los propios migrantes que estaban en la estación migratoria pudieron haber apagado el fuego, pero no había agua, ya que los empleados del lugar la suministraban a su criterio.
“Si al menos les hubieran abierto al agua se hubieran salvado, pero los dejaron morir”, subrayó.
Dijo que le abrían la llave un rato, una vez al día.
“Yo estuve tres veces ahí detenido y por eso sé cómo se manejaban”, anotó.
Agregó que la serie de abusos contra los migrantes ahí detenidos incluían agresiones físicas.
Explicó que las tres ocasiones que estuvo ahí resguardado, lo sometieron a golpes, por cuestionar el porqué le destruían las cintas de sus zapatos o de la pantalonera.
Indicó que los ataques del personal de Migración incluyen golpes en la nuca y empujones, entre otros.
“No es ningún albergue, es una cárcel”.