El hecho de que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) haya desaparecido no tendrá impacto alguno para el estado de Chihuahua, dado que esta entidad jamás de adhirió a ese sistema, aseguró el delegado de los Programas para el Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa.
Aseguró que IMSS-Bienestar atiende casi a la tercera parte de los chihuahuenses que no son derechohabientes de alguno de los servicios de salud y que en esta entidad cuenta con tres hospitales rurales en Valle de Allende, San Juanito y Guachochi, así como con 144 unidades médicas rurales que, en conjunto, atienden a 213 mil chihuahuenses que no tienen seguridad social.
Indicó que la sustitución del Insabi por IMSS-Bienestar no afectará al sistema de salud de Chihuahua, que ha operado con autonomía con los recursos que proporciona la Federación.
Loera de la Rosa mencionó que Chihuahua la formalidad del empleo es sólida a diferencia a otras entidades del país; según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi 2020) el 84.4 por ciento de la población está inscrita a alguno de los servicios de salud.
Este cambio, afirmó, no afectará al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ordinario, organismo que cubre a 2 millones 466 mil 877 derechohabientes, que representan el 65.2 por ciento de la población del estado: 3 millones 782 mil 018 personas.
El funcionario federal indicó que el Insabi cumplió su función al poner en evidencia la corrupción que existía en el Seguro Popular, hecho por el cual ya hay gobernadores presos que fueron acusados por desvíos de recursos.
Señaló que la intención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es aprovechar la experiencia del IMSS-Bienestar, instancia que fue creada hace alrededor de 40 años y que atiende de forma integral y preventiva a la salud comunitaria.
Ahora que los recursos sean operados por IMSS-Bienestar llegarán a la población más necesitada y que se espera que los beneficios de esta institución se extiendan.