Eugene V. Debs pasó a la historia de los Estados Unidos, luego de que en 1920 fuera un “candidato en reclusión”, en la Penitenciaria Federal de Atlanta por hablar contra el reclutamiento durante la Primera Guerra Mundial.
De acuerdo con The Whashington Post, Debs quién era conocido como el “prisionero 9653” se había postulado en la boleta del Partido Social cinco veces antes, mismo en donde habría alcanzado casi un millón de votos.
Sin embargo, pese a que el candidato “radical” se encontraba tras las rejas, se ganó el corazón de sus simpatizantes quienes afuera del penal repartieron fotos del reo en mezclilla de convicto junto con botones de campaña.
Debs se había opuesto a la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, creyendo que la guerra solo beneficiaba a los fabricantes de armas. En julio de 1918, mientras hablaba en un parque de la ciudad de Canton, Ohio, denunció a los “Junkers de Wall Street” y criticó al gobierno por arrestar a activistas contra la guerra.
“Siempre los han enseñado y entrenado para que crean que es su deber patriótico ir a la guerra y dejar que los maten a sus órdenes”, dijo Debs. “Pero en toda la historia del mundo, ustedes, el pueblo, nunca han tenido voz para declarar la guerra, y por extraño que parezca, el pueblo nunca ha declarado una guerra de ninguna nación en ninguna época”, dijo.
En la noche de las elecciones reporteros esperaban escuchar una oración ardiente de Debs, no obstante, escribió su declaración.
“Agradezco a los amos capitalistas por ponerme aquí”, escribió. “Saben a dónde pertenezco bajo su sistema criminal y corruptor. Es el único cumplido que me pueden hacer”.
Debs terminó ganando alrededor del 3.5% del voto nacional para presidente, según la revista Smithsonian.
Más de 70 años después, el candidato Lyndon H. LaRouche Jr aspiró a la Casa Blanca en ocho ocasiones entre 1976 y 2004, las siete últimas participando en las primarias del Partido Demócrata.
Su mejor resultado fue en las de 1984, cuando reunió 76 mil votos presentándose como un “demócrata conservador”.
Los afiliados a su corriente tuvieron un gran impacto en las primarias demócratas durante la década de 1980, con porcentajes importantes y logrando docenas de nominaciones a cargos locales.
En 1988 fue condenado a 15 años de cárcel por evasión fiscal y fraude postal, de los que cumplió cinco años. Desde la prisión federal Rochester en Minesota, LaRouche se lanzó a las elecciones al Congreso de 1990 y a la Casa Blanca de 1992.
Fue la primera vez en la controvertida carrera política de LaRouche que ha sido condenado por cargos penales. LaRouche, de 66 años, se ha presentado a la presidencia en las últimas tres elecciones como candidato demócrata o independiente que defiende teorías de conspiración poco ortodoxas sobre temas mundiales.