Emma Coronel está lista para ser una “mujer nueva”, han determinado las autoridades de Estados Unidos, que la trasladaron a un domicilio particular o una “casa intermedia” para cumplir el resto de su sentencia.
Coronel, esposa del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fue condenada el 30 de noviembre de 2021 a tres años de prisión por los delitos de conspirar para distribuir drogas; lavado de dinero y participar en transacciones de propiedades pertenecientes a un narcotraficante.
Sin embargo, su condena fue reducida de 36 a 31 meses de prisión y está previsto, de acuerdo con el Buró Federal de Prisiones (BOP), que salga en libertad el próximo 13 de septiembre.
Al acercarse la fecha de su liberación, el BOP le dio dos opciones: arresto domiciliario o una casa de transición. Por seguridad, el BOP no da a conocer la decisión, pero la mexicano-estadounidense ya fue trasladada, de la prisión FMC Carswell de Fort Forth, Texas, a Los Ángeles, California.
En estas casas intermedias, los detenidos que están por cumplir sentencia reciben “asesoría laboral, ayuda para obtener empleo, asistencia en administración financiera y otros programas y servicios”, de acuerdo con el sistema de cortes federales. La idea es ayudar al detenido a irse reinsertando en la sociedad y evitar que reincida.
No todos los presos tienen esta posibilidad. Las autoridades consideran las circunstancias de la detención -Coronel se entregó voluntariamente-, la conducta en prisión, la relación con los demás presos, además de la fecha de liberación para ofrecer este tipo de opciones a los detenidos.
La esposa de “El Chapo” deberá cumplir una serie de reglas, pero también tendrá nuevos derechos, como el de poder salir durante el día para trabajar, aprender un oficio, tomar clases, recibir capacitación laboral, recibir terapia sicológica. Para los adictos, se ofrecen programas para superar la adicción.
Coronel Aispuro deberá cumplir el horario para regresar a la casa donde vivirá, estarse comunicando con funcionarios del BOP y mostrar su buena conducta. El gobierno podría incluso permitirle volver a usar sus redes sociales.