Personas sin hogar entre los que se cuentan adictos y discapacitados mentales invaden las calles del Centro Histórico sin que las autoridades hayan podido frenar este fenómeno.
Aunque en sus recorridos Norte de Chihuahua ha podido constatar que policías municipales atienden casos de incidentes provocados por estos personajes, no han podido evitar que en semanas o días vuelvan a las calles.
Hace apenas una semana un indigente afectado de sus facultades mentales arremetió a pedradas contra automovilistas y trabajadores que se desplazan por este céntrico sector.
Ahora un hombre sin hogar se ha instalado con una improvisada casa de campaña en el portal de la Iglesia Metodista situada en la esquina de Calle Coronado y avenida Independencia.
Los agentes municipales remiten a los infractores pero no pueden retenerlos en las comandancias, por lo que ellos mismos han sugerido que sean autoridades vinculadas con la salud mental quienes atiendan la creciente presencia de estas personas.
Por lo pronto, una terrible escena afea el tradicionalmente bello y ordenado Centro Histórico: una colcha que hace las veces de refugio y prendas de vestir tendidas sobre un barandal secándose al sol.