Enrique Lomas
La jueza Aurelia Alejandra Martínez Rosales ganó un amparo para ser reinstalada hoy al frente del juzgado décimo civil.
Luego de poco más de dos años de haberle sido negada su ratificación como juez del Décimo Juzgado, hoy deberá ser reinstalada la jueza y pagados sus salarios caídos.
La jueza mostró su preocupación por la posibilidad de ser cambiada de adscripción al municipio de Guerrero, como parte de un acto de represalia del Poder Judicial.
“Esta la consideró una forma de hostigamiento por atreverme a interponer un amparo” , lamentó.
El amparo que fue interpuesto ante el juzgado quinto de Distrito de la Quinta Región en Culiacán, Sinaloa.
Entre las razones que esgrimió el Poder Judicial en su momento destaca que la jueza carecía de atributos para ejercer el cargo por la presunta mala conducta mostrada durante su ejercicio.
Por tal motivo la juzgadora ahora pretende reparar el daño moral a su imagen.