La mañana de este viernes estuvo marcada por un profundo dolor en Taxco, Guerrero, cuando familiares y amigos se reunieron para despedir a Camila, una niña de apenas 8 años que fue secuestrada y brutalmente asesinada en la ciudad.
El cortejo fúnebre de Camila fue acompañado por gritos de indignación y exigencia de justicia hacia las autoridades. “¡Que no quede impune su muerte, justicia para Camila!”, clamaban los presentes mientras avanzaban por las calles de la colonial ciudad de Taxco.
El trágico destino de Camila ha conmovido a toda la comunidad, y durante el funeral, cientos de vecinos se unieron para mostrar su solidaridad con la familia en duelo. Mientras tanto, en ciudades cercanas como Taxco e Iguala, grupos feministas marcharon exigiendo justicia por el homicidio de la niña.
El pasado jueves, ciudadanos de Taxco tomaron la justicia en sus propias manos al localizar a los supuestos responsables del secuestro y asesinato de Camila. Dos de ellos, identificados como Ana Rosa “N” y Axel Alejandro, fueron linchados por la turba enardecida.
Ante esta tragedia, Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, expresó su indignación y condena el artero crimen. “La vida de cada una de nuestras niñas y niños es sagrada”, afirmó Salgado, comprometiéndose a garantizar la seguridad en la región y a perseguir a los responsables con todo el peso de la ley.
La gobernadora también aseguró que el gobierno de Guerrero continuará coordinando esfuerzos con las fuerzas federales de seguridad para combatir la violencia en la región.
La comunidad de Taxco y sus alrededores se sumergen en el luto y la indignación, pero también en la determinación de buscar justicia para Camila. Su trágica muerte ha sacudido a toda la región y ha avivado la exigencia de un cambio radical en la lucha contra la violencia en México.