Esta es una fecha que nadie quisiera recordar. Uno de esos días que quisiese borrar del calendario. Hacer como que nada pasó y seguir con la vida, pero lo que sucedió hace 14 años, en la esquina de la calle Bolivia y la avenida 16 de Septiembre, difícilmente va a dejar de doler ni aunque pasen los años.
Aquella fecha, un hecho conmocionó no solo a la sociedad juarense, sino a nivel nacional; el primer atentado de “coche bomba” se presentó en México, expresó Leticia Chavarría, miembro del Comité de Médicos.
Actos terroristas, como los realizados en países bajo situaciones de guerra en Medio Oriente, fueron replicados por grupos del crimen organizado en México, añadió.
El doctor José Guillermo Ortiz Collazo, médico de profesión e integrante del grupo Los Silver, se encontraba por el centro aquella tarde maldita. Vio a un hombre herido e hizo lo que su vocación le mandó durante los años de su vida; tratar de ayudar, cueste lo que cueste.
Dicen que ordenó a su hijo que fuera a su consultorio por el maletín médico, cuando la tragedia se gestó detrás de él.
Un vehículo explotó y las partes que salieron volando, le quitaron la vida. La ciudad, perdía a una de esas personas únicas, que son capaces de ejecutar a la perfección más de un trabajo a la vez.
Es por ello, que más de una década después, el Comité Médico Ciudadano sigue recordando su legado. En el mismo lugar donde sucedió la desgracia, llevan una corona de flores; azules, moradas y blancas.
Como cada año, van a esa misma esquina a recordar los buenos momentos que pasaron con José Guillermo. Un hombre al que describen como alguien muy comprometido con la sociedad y que estaba dispuesto a todo con tal de ayudar a las personas.
El último acto de su vida, fue un reflejo de ese espíritu incansable, el cual, dentro de una ciudad en la que reinaba la violencia impunemente, terminó por costarle la vida.
Aquel acto de heroísmo, también es recordado por María Guadalupe, la hermana de “Pepe”, como salía llamarle.
Guadalupe agradece al Comité que no olviden aquel acto de heroísmo que hizo un hermano hace tantos años, pero cuyo dolor todavía sigue vigente.
Ambas mujeres, coinciden en que, pese a lo ocurrido, las autoridades competentes todavía no les han dado justicia y no han encontrado a los responsables de aquel atentado que le quitó la vida al doctor Ortiz Collazo.
Con lágrimas en el rostro, agradecen a aquellos que todavía lo recuerdan con cariño y piden encarecidamente no olvidar lo que pasó aquella tarde y la enorme deuda de seguridad que tienen los gobiernos hacia los ciudadanos.