La etapa de exámenes es una de las más temidas y estresantes para muchos estudiantes, pero si te organizas y aprovechas el tiempo, estarás preparado al 100.
A continuación te decimos qué deberías hacer antes, durante y después de cada prueba, ¡ponlo en práctica!
Un día antes
Repasa la materia
Elabora un esquema con los datos claves de los temas que has visto en clase y dales una repasada. Mientras estudias, deja el celular fuera de la habitación, ya que podría ser un fuerte distractor.
Dile adiós a los nervios
Sabemos que a veces es imposible, pero trata de relajarte, date un baño y/o escucha tu música favorita, así evitarás que los nervios te bloqueen y te dejen en blanco.
Prepara tu mochila y ropa
Asegúrate de incluir plumas, lápices, borradores, calculadora y todo lo que vayas a utilizar durante el examen. Elige ropa y zapatos cómodos, y no olvides incluir en tu mochila una botella de agua y una barra de cereal o chocolate para tener energía y mantener tus neuronas alertas.
Descansa
Ve a la cama a una hora razonable que te permita dormir entre 7 u 8 horas, amanecerás completamente descansado.
El día del examen
Levántate temprano
Pon la alarma unos minutos antes que cualquier otro día, así podrás alistarte a tiempo y desayunar con calma.
Piensa positivo
Ponte derecho y ¡sonríe!, tu cuerpo le transmitirá al cerebro que todo está bajo control. Aleja los pensamientos negativos como ‘me voy a quedar en blanco’ o ‘no voy a saber la respuesta’ por ‘voy a sacar una buena calificación’ y ‘no me voy a rendir’. Una actitud optimista te ayudará a eliminar el estrés y obtener el mejor resultado.
Pon atención a cada detalle
Sé puntual para estar en el aula y pon atención a cada instrucción que indique el maestro. Pon en tu mesa todo el material que necesites y guarda lo que no esté permitido. Ten un reloj a la vista para que controles el tiempo.
Organízate
Lee con calma las preguntas y empieza por aquellas que resulten más fáciles, así aprovecharás el tiempo para contestar lo demás. Si te quedas en blanco, mantén la calma y trata de recordar alguna palabra clave para que llegue el resto de la información a tu mente.
Cuida la presentación
Olvídate de los tachones y escribe con letra totalmente legible. También cuida tu expresión: frases cortas, claras y sencillas.
Después de la prueba
¡Relájate!
Da un paseo al aire libre, ve por tu comida favorita o charla con tus amigos, de esta manera estarás relajado antes de ponerte a estudiar para el próximo examen.
