Luego de una acalorada discusión entre el gobernador César D. J., y la juez Delia Valentina Meléndez, que prácticamente sacó de sus casillas y de la sala de audiencias al exmandatario, la jueza se excusó y le dejó el caso al juez Jorge Napoleón Raya Valdés, quien demostró ser implacable con el Larriva, asesino de la periodista Miroslava Breach.
Los periodistas que acudieron a la audiencia en la que la defensa del exgobernador busca le sean revestidas las medidas de prisión preventiva por la de arresto domiciliario, constataron una larguísima argumentación para poner al tanto al nuevo juzgador.
La defensa argumenta que el estado grave de salud de su cliente debe ser motivo suficiente para seguir su proceso en su domicilio.
La jueza ahora excusada fue inflexible en los afanes del exgobernador para salir de prisión al considerar que no representa peligrosidad y además le aquejan males de salud que comprometen su vida.