El Partido Acción Nacional (PAN) dio un golpe de timón a su historia política. Durante un acto celebrado en el Frontón México, el dirigente nacional Jorge Romero Herrera anunció el rompimiento con las alianzas que marcaron los últimos años y prometió un relanzamiento del partido basado en la participación ciudadana.
“Comenzamos hoy una nueva era en donde el futuro de Acción Nacional no depende ni dependerá de ninguna alianza partidista, ni pasada, ni presente, ni futura”, declaró Romero, en un discurso que buscó cerrar el ciclo del llamado “PRIAN”, el pacto histórico entre el PAN y el PRI que marcó décadas de alternancia y colaboración política.
El dirigente delineó tres ejes para el nuevo PAN: afiliación abierta y digital, selección democrática de candidatos mediante votación ciudadana, y un relevo generacional que impulse nuevos liderazgos.
Según Romero, estas medidas buscan reconectar al partido con la sociedad y distanciarlo de los acuerdos cupulares que, reconoció, lo alejaron de la gente.
“Vamos a construir una alianza solo con la ciudadanía, con la gente libre que quiere defender a México”, enfatizó.
El mensaje, cargado de simbolismo, fue pronunciado justo en el mismo recinto donde se fundó el PAN hace más de ocho décadas. Con ello, Romero buscó proyectar una narrativa de regreso a los orígenes: un partido de principios, no de conveniencias.
La decisión implica un giro profundo en la estrategia electoral del blanquiazul. Sin coaliciones, el PAN deberá reconstruir su músculo político desde la base, apelando a su militancia y a los votantes que se alejaron por considerar que el partido se diluyó entre pactos con el viejo régimen.
El futuro del PAN dependerá ahora de si logra transformar su discurso en acción y volver a conectar con una ciudadanía que, más que partidos, exige causas.
