Un hombre de 44 años, identificado como Erick “N”, fue detenido la noche del sábado 8 de noviembre en la colonia 10 de Mayo de Tijuana, tras confesar a su propia madre que había asesinado a su ex pareja en Los Ángeles y transportado el cuerpo sin vida en su automóvil a través de la frontera México-Estados Unidos.
Según autoridades de la Fiscalía General del Estado de Baja California (FGE), el crimen ocurrió el fin de semana en la ciudad de Long Beach, California, donde Erick “N” y la víctima, Araceli “N”, de 45 años, mantenían una relación sentimental que había terminado recientemente.
“Durante una discusión acalorada, el hombre golpeó y estranguló a la mujer hasta causarle la muerte”, detalló Miguel Ángel Gaxiola, fiscal especializado en homicidios.
En lugar de reportar el hecho, el presunto responsable colocó el cuerpo en el asiento del copiloto de un Dodge Charger gris con placas de California, lo cubrió con una chamarra y emprendió un viaje de más de 200 kilómetros hacia Tijuana.
Cruzó la garita de San Ysidro sin ser detectado por agentes de Aduanas de EE.UU. ni por elementos de la Guardia Nacional mexicana, un hecho que ha generado cuestionamientos sobre los protocolos de revisión fronteriza.
Al llegar al domicilio de su madre en la colonia 10 de Mayo, Erick “N” confesó el crimen y solicitó ayuda para deshacerse del cadáver. La madre, horrorizada al descubrir el cuerpo rígido y con visibles signos de violencia, llamó de inmediato al 911.
Agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM) de Tijuana acudieron al lugar, confirmaron el deceso y detuvieron al hombre en el sitio. El vehículo quedó asegurado frente a la vivienda.
“Es un caso inusual, pero no aislado. Es el segundo o tercero en la región donde se intenta ocultar un homicidio cruzando la frontera”, señaló el fiscal Gaxiola.
Erick “N” rindió su declaración ministerial y confesó plenamente los hechos. Actualmente permanece bajo custodia en Tijuana mientras se define si será procesado en México o si autoridades estadounidenses solicitan su extradición para ser juzgado en California.
La víctima, originaria de México pero residente en Long Beach, deja en luto a su familia, que ya fue notificada por canales oficiales.
Este caso ha reavivado el debate sobre la porosidad de los controles fronterizos y la necesidad de mayor coordinación binacional en delitos transfronterizos.
