“No queremos afectar más a nuestros adultos mayores ni a las personas discapacitadas”, dijo Martha Álvarez, integrante del grupo de empleados despedidos de la Delegación Regional de Bienestar.
Tras una semana de manifestación y de la toma de las instalaciones, los 60 trabajadores despedidos decidieron retirarse del lugar, ya que no han recibido respuestas de las autoridades.
En el lugar, se colocaron carteles donde expresan que seguirán con la lucha desde sus hogares, exigiendo que se les dé una solución.
“Hoy a las 4:38 de la tarde hemos decidido levantar la huelga, más que nada nuestros adultos mayores son los que nos han hecho reflexionar”, expresó la manifestante.
Argumentó que los beneficiarios son lo más importante y que han visto cómo batallan para llegar a las instalaciones a pedirles ayuda.
“La lucha la vamos a seguir desde nuestra casa, vamos a seguir peleando por la justicia de un trato laboral digno, de una reinstalación o en su defecto una liquidación justa”, agregó.