Río Bravo

Los servicios de salud del estado no han detectado padecimientos extremos entre las personas en tránsito, solo padecimientos normales al igual que los que sufren los fronterizos

Las personas migrantes no traen ninguna enfermedad exótica y al llegar a la frontera se contagian de los mismos padecimientos que sus habitantes en vías respiratorias o gastrointestinales, explicó el director de Salud en la Zona Norte, Martín Rogelio Covarrubias Gil.

Indicó que es recurrente que le pregunten de qué enferman los migrantes, pero es más importante establecer qué es lo que se hará con aquellos pacientes que no están en los albergues.

“Todo el mundo espera que la contestación por parte de la autoridad sanitaria sea de que son enfermedades exóticas o rara, pero no, se enferman de lo mismo que cualquier paciente, de cualquier enfermedad estacional”, enfatizó.

Además, en salud pública, dijo, tener espacios controlados es mucho más fácil que enfrentar situaciones en uno abierto.

“Apostamos a que los migrantes se vayan a los albergues porque son ambientes controlados y cerrados, donde los podemos monitorear y hacerles exámenes de laboratorio”, comentó.

Aquellos que por su libre albedrío se vayan a otro lugar, a un ambiente no controlado, será más difícil saber de qué enferman ya que se desconoce a qué médico consultó.

Por ahora, los migrantes atendidos han experimentado gripas en esta temporada y diarreas en verano.

Indicó que es mejor que se encuentren en un ambiente controlado ya que así se puede intervenir y registrar cualquier brote, mientras que en uno abierto es muy difícil hacerlo.

Esta mañana, se observó a un grupo de unas 500 personas formadas bajo el puente Lerdo-Stanton, por donde elementos de la Patrulla Fronteriza comenzaron a recibir a migrantes.

Los oficiales abrieron una puerta en dicho lugar, metros al oriente de donde elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos colocaron el pasado 20 de diciembre una barricada con alambres de navajas.

Desde ayer martes, migrantes desafiaron a los oficiales vestidos de militares y cruzaron el río Bravo, para pedirles que los dejaran entregarse para solicitar asilo político, sin embargo los agentes les pedían que se retiraran porque ese no era un punto de entrada legal.

Finalmente durante la noche de ayer les permitieron el ingreso a dicho país a los que estaban ahí, para iniciarles procesos migratorios, entre ellos el Título 42 que aprueba las deportaciones inmediatas.

Se esperaba que este 21 de diciembre se agolparan miles de migrantes en la franja fronteriza, sin embargo la noticia de que el Título 42 sigue vigente los desalentó en parte.

Decenas de migrantes seguían esta mañana en lado mexicano, titubeando sobre entregarse o no a la Patrulla Fronteriza, ya que las órdenes de deportaciones exprés seguirán vigentes por tiempo indefinido.

Casi 10 mi migrantes han sido sacados de El Paso, Texas en la última semana, a través de deportaciones exprés y mediante “descompresión” a otros puntos de Estados Unidos, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por su siglas en inglés).

Los operativos se realizan pese a que los encuentros diarios promedio disminuyeron un 40 por ciento durante los últimos tres días, ya que de haber aproximadamente 2 mil 500 por día, bajaron a unos mil 500 en ese mismo lapso, detalló en un comunicado.

La agencia estadounidense precisó que de los casi 10 mil migrantes referidos, más de 3 mil 400 han sido expulsados por el Título 42 a México o vuelos de deportación acelerada.

La Patrulla Fronteriza movió a casi 6 mil migrantes a través de “descompresión lateral a otros sectores” para continuar con los procedimientos de control de inmigración, con lo cual “ha aliviado la capacidad en el sector”.

De acuerdo con el comunicado del pasado 20 de diciembre, DHS continuará trabajando con socios en México “para desalentar la migración desordenada e interrumpir las operaciones de contrabando delictivo”.

Indicó que eso se suma a varias medidas implementadas durante los últimos seis meses como parte del Plan para la Seguridad y Preparación de la Frontera Suroeste.

“Desplegamos agentes adicionales en la región y desplegamos sistemas de procesamiento mejorados, torres de vigilancia automatizadas, balizas de rescate, unidades móviles de procesamiento, personal de evaluación médica y casi 1000 coordinadores de procesamiento de la Patrulla Fronteriza para procesar a los migrantes y garantizar la seguridad fronteriza”, informó.

Una fila de cientos de personas en movilidad provenientes de Centro y Sudamérica se encuentra esta noche en la orilla del río Bravo con la intención de ser recibida como refugiados en los Estados Unidos.

Como ha ocurrido en días pasados, los migrantes han encendido fogatas y aseguran estar dispuestos a desafiar las temperaturas congelantes.

Según datos del servicio meteorológico, para esta noche se esperan temperaturas de hasta cero grados centígrados, pero con el factor viento, la sensación térmica será de varios grados bajo cero.

Muchos de ellos se han comenzado a agrupar a la espera de que la Patrulla Fronteriza les dé acceso, mientras que otros intentan protegerse de la onda gélida rodeando las llamas con las que intentan mitigar el frío.

Para cruzar al lado estadunidense, los migrantes han improvisado un camino empedrado en el río Bravo, por donde luego de descalzarse en su mayoría, los viajantes ingresan al otro lado del río, donde son esperados por más aspirantes.