Los hechos violentos registrados en Matamoros comienzan a ser un factor que espanta a clientes de origen estadounidense que a diario cruzan la frontera en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Reynosa, Tamaulipas.
En Ciudad Juárez, en la farmacia Bodega, donde 80% de los clientes son estadounidenses, algunos reconocen tener temor de cruzar la frontera sólo para adquirir algún medicamento ante la violencia México.
“Si uno tiene familia, aprovecha para venir a verlos y llevarte el medicamento, pero sabemos que se corre peligro. Por ejemplo, nos ven con placas americanas y nos paran [las patrullas] porque quieren mordida. Asustan a la gente y ya no queremos venir”, asegura José Antonio, residente de El Paso, Texas.
Jesús Miguel Flores, trabajador de una farmacia cerca de un puente internacional, asegura que la disminución de clientes ya viene de tiempo atrás y la violencia no ayuda.