Dirigentes de diversas organizaciones campesinas del estado demandaron apoyo financiero del Gobierno federal para ampliar la superficie a sembrar de frijol, maíz y avena y así contribuir a alcanzar la soberanía alimentaria.
Al presentar su propuesta, criticaron la política agropecuaria del actual gobierno y señalaron que estaban mejor cuando gobernaba el presidente Enrique Peña Nieto, porque los programas de apoyo al campo no estaban reducidos a apoyar a pequeños productores.
“En años anteriores había una producción muy superior a la que se presenta en estos años en cuanto a la cosecha de frijol y avena”, dijo Pedro José Torres Ochoa, coordinador estatal del Frente Democrático Campesino (FDC) “Había una secretaría de agricultura que apoyaba”, agregó.
En específico, las organizaciones Unión Campesina Democrática; Lucha Digna Agropecuaria; Red de productores Unidos y Frente Democrático Campesino pidieron a la federación un apoyo de 83.3 millones de pesos para sembrar 45 mil hectáreas de frijol, maíz criollo y avena.
A cambio, los productores afiliados a sus organizaciones invertirían una cantidad similar.
El número de productores beneficiarios sería de 4 mil 500, la mayoría, dedicados a la siembra de frijol.
Entre los apoyos, piden para solventar gastos de diésel y fertilizante, primordialmente, aunque en el caso de la avena, también solicitan recursos para fertilizantes.
“Estábamos mejor con EPN”
En conferencia de prensa celebrada en el mezanine del Congreso del Estado, los demandantes criticaron al actual gobierno y exaltaron los beneficios del Procampo, programa aplicado durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
“En esta apolítica nacional en la que se quiere lograr la soberanía alimentaria nosotros vemos que no estamos generándola”, dijo Pedro José Torres.
Señalaron que hay varios programas que desaparecieron y, al hacerlo, se dejó un vacío, ya que los beneficiarios del Procampo pasaron al padrón de Bienestar, pero ahí solo se apoya a productores de cinco o menos hectáreas.
“Sacaron a cientos de miles de productores de los programas”, señalaron.
La depuración provocó que muchos agricultores se desanimaran a producir y a sembrar más hectáreas.
Esa situación ha provocado que los productores se vayan a la siembra de forrajes y, con ello, la caída de la producción de frijol.
En el Gobierno federal anterior, dijeron, se levantaban 100 toneladas de frijol al año, pero en este serán solo 40.
Los productores “han perdido la fe en estos gobiernos que iban a buscar la soberanía alimentaria. Ahora se tienen que importar más granos de otros países”, afirmaron.