En Chihuahua, la mayoría de los edificios con mayor antigüedad no presentan las accesibilidades que la ley pide para ser considerados inclusivos.
Gabriel Valdez, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología del Gobierno del Estado, comentó que en la actualidad existe una normatividad de urbanización, así como el Reglamento de Atención a Personas con Discapacidad, donde se establece con toda claridad el ancho de las rampas, localización de la manzana en las cabeceras, las pendientes, entre otras especificaciones.
“Lo que sí tenemos, por la antigüedad de la ciudad, es un rezago enorme de accesibilidad o facilidades a los usuarios, banquetas discontinuas, obstáculos; pero se necesita un programa bien planteado para poder renovar esto”, dijo el secretario.
Con los más de 300 años que tiene la capital de Chihuahua, es imposible que existan en las edificaciones más antiguas accesos para las personas con algún tipo de discapacidad, ya sea silla de ruedas, bastón o andadera, especificó Gabriel Valdez.
Agregó que la primera reforma que hubo para incluir este tipo de disposiciones en las construcciones y en la ciudad se implementó hace 11 años, y el reglamento de accesibilidad para personas discapacitadas, no tiene más de 15 años.
“Toda obra pública debe contemplar esa disposición, porque a veces no se generan condiciones suficientes para quienes los necesitan”, enfatizó el funcionario estatal.