Entre abril de 2020 y marzo de 2022, en México fallecieron 2 millones 256 mil 800 personas, de acuerdo a cifras preliminares del Inegi.
Chihuahua quedó como la segunda entidad con mayor tasa de mortandad, con 24 por cada 10 mil habitantes; superada únicamente por Zacatecas con 26 mil.
Derivado de esto, se han presentado casos de depresión severa entre la población, principalmente en personas que han perdido algún familiar o amigo cercano y quienes han tenido que buscar apoyo en especialistas en tanatología.
La tanatología es parte de un campo multidisciplinario, donde la muerte es el tema universal. Eso es de gran ayuda para quienes perdieron a un ser querido, explicó la psicóloga Margarita González Cuevas.
Esta práctica ayuda a sobrellevar la pérdida de seres queridos y ha cobrado importancia en una época dónde se registraron excesos de muertes en todo el país y especialmente en Chihuahua.
En el periodo de la pandemia, contemplado desde el 1 de enero del 2020 al 31 de diciembre del 2022, se registraron 79 mil 509 fallecimientos en el estado, 33.62% más de lo que se había proyectado para ese lapso, según datos del Inegi.
La especialista dijo que no existe un solo campo de estudio de la tanatología. Por el contrario, esta disciplina recoge datos de una gran cantidad de especialidades médicas, psicológicas y mentales.
“La psicología, por ejemplo, trata de comprender cómo afecta a nuestra mente el hecho de saber que nuestra existencia tiene una fecha límite”, dijo González Cuevas.
La tanatología trata por un lado de comprender estos sentimientos, y por otro el entender cómo puede ayudarnos el arte de enfrentar a la muerte de forma adecuada.
También comentó que la práctica, tiene una colaboración muy estrecha con la medicina para estudiar los procesos biológicos relacionados con la muerte, entre los cuales se encuentran los procesos del duelo que son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Así, en este campo se reúnen conocimientos de disciplinas como la biología, la medicina aplicada o la psiquiatría para mejorar las condiciones de vida de los familiares o amigos que han perdido a alguien.
“Con una gran probabilidad, ya todos hemos pasado por varios procesos de duelo a lo largo de la vida, ante todas y cada una de las pérdidas que se han presentado. Por supuesto, hay pérdidas con mayor importancia que otras y el proceso de duelo se vive con mayor intensidad”, puntualizó.