Ausentarse de una vivienda por años puede representar una verdadera pesadilla, sobre todo si se constata que ha sido invadida por desconocidos cuya afición es la de coleccionar toneladas de basura.

Esta es el mal sueño que le espera al legítimo propietario de una antigua vivienda localizada en la calle Escudero casi esquina con 29, en el tradicional barrio de Santo Niño.
Cuando se camina por la acera contigua a la casa la escena es dantesca: un improvisado barandal de tablas rotas y cartón se encuentra por reventar y arrojar decenas de bolsas de basura pestilente a la calle.

Ratas y otra fauna nociva resguardan el que alguna vez fue apreciado como un bello hogar.
Los invasores no dan la cara, pero a cambio acumulan en el día a día más y más bolsas de desechos que tienen al borde de la locura a los pacíficos vecinos del barrio.
Pero esta no es la única vivienda en estas condiciones de acumulación enfermiza, semana a semana la Dirección de Desarrollo Urbano Municipal recibe casos de acumuladores.
Hace apenas tres semanas fue intervenida una vivienda al norte de la ciudad, de donde fueron extraídas más de 24 toneladas de basura coleccionadas durante años.
