“Ay, gracias a Dios”, fue la exclamación con cara de júbilo que manifestó la gobernadora Maru Campos al preguntarle, a propósito de campañas políticas en el PAN, ¿qué le parecía la salida del exgobernador Javier Corral del blanquiazul?
El predecesor de Maru Campos (2016-2021) renunció apenas ayer a su militancia partidista de 41 años, estableciendo que dejaba al Partido Acción Nacional, ya que en los últimos años ha estado “irreconocible”, en comparación a cuando él se hizo militante en 1982.
Al principio de su mandato Corral y Campos, entonces alcalde de Chihuahua, mantuvieron una buena relación institucional entre Estado y Municipio.
Durante la última parte de su quinquenio, Javier Corral marcó su distancia de la entonces alcaldesa porque según la Operación Justicia para Chihuahua, que investigó delitos de corrupción al exgobernador (2010-2016) César D. J., preso actualmente y a varios de sus exfuncionarios, la gobernadora apareció en la “lista secreta” de los expedientes X.
“Gracias a Dios”, repitió Campos y enseguida remató con “No tengo nada que decir”.




