La última esposa del magnate Hugh Hefner, fundador de Playboy, fue Crystal Harris, ella tenía 24 años cuando se volvió la tercera esposa del dueño de Playboy, se casaron en 2012 y permanecieron unidos hasta el fallecimiento de él en 2017.
Tras casi seis años de la muerte del polémico Hefner, Harris ha hecho varias revelaciones, muchas de ellas increíbles y escalofriantes sobre lo que fue vivir junto a Hugh en su mansión, de las cosas perversas que ahí ocurrían y de los detalles que nadie se imaginaría que sucedieron tras esas cuatro paredes.
Sexo y poder es lo que abundó en una de las mansiones más famosas del mundo, donde dice Crystal, en su libro “Only Say Good Things: Surviving Playboy And Finding Myself” (‘Di sólo cosas buenas: sobrevivir a Playboy y encontrarme a mí misma’), sufrió al estar junto a un hombre que no amaba.
Hugh Hefner fundó en 1953, con 8 mil dólares que había pedido en préstamo, la revista Playboy con una fotografía de Marilyn Monroe desnuda como reclamo de su primer número.
La publicación desafiaría la represión sexual de los años 50 y se convertiría en un referente de lucha por la libertad sexual en Estados Unidos, pero también ha sido muy criticada por haber perpetuado los estereotipos machistas sobre las mujeres.
Crystal Harris, quien desde que murió Hugh Hefner ha perdido seguidores en redes porque ya no publica el mismo tipo de fotos incitadoras, sino las de una mujer auténtica, continúa hablando de su libro que se publicó a finales del 2023, en el que rompe el silencio y habla de la misoginia que realmente vivió con el magnate en la mansión Playboy.
De acuerdo con ABC.es, Crystal cuenta en su libro que en el dormitorio principal de la casa había un circuito de cámaras ocultas para poder grabar todo tipo de encuentro sexuales. “Eran como pequeños agujeros espías”.
Explicó que Hefner tenía en su poder cientos de horas de contenidos sexuales: “Cuando le pregunté por ellos simplemente se encogió de hombros. ‘¿Para qué sirven?’, le pregunté. ‘Solía filmar muchos VHS’, dijo con orgullo. Hef tenía cientos de horas de cintas sexuales”.
Hugh Hefner perdió la vida después de sufrir una sepsis a los 91 años, debido al uso excesivo de viagra quedó sordo de un oído, pero decía que prefería eso a no poder tener sexo.
El sexo lo era todo para el magnate, quien, según recoge el libro, tenía un horario establecido para primero comer un menú establecido con su esposa y después participar en las acostumbradas orgías.
El espejo sexual
En su libro, la exconejita de Playboy Crystal Harris, habla de la existencia de un peculiar espejo en la recámara principal, el cual fue un protagonista cuando tuvo su primer encuentro con Hefner, ya que en vez de verla a ella, el empresario veía ese espejo.
“Había un gran espejo en el techo y mientras en la cama yo estaba encima de él, practicando sexo con Hugh por primera vez, ni una sola vez me miró a los ojos. Miraba arriba, observando lo que ocurría en el espejo”.
La mansión de Playboy era majestuosa, tenía 29 dormitorios, un zoológico privado y una casita para los huéspedes; sin embargo, cuando Crystal comenzó a vivir de fijo ahí, se percató que la propiedad estaba en realidad muy descuidada.
“No se limpiaba tan bien, había moho y después de un tiempo se sentía descuidado y asqueroso. Había demasiadas fiestas: estaba todo desgastado”, recuerda.
El calvario, que en un inicio fue una falsa ilusión, comenzó para ella cuando asistió a la mansión a una fiesta de Halloween celebrada en 2008; a la distancia, dice, ve con tristeza sus fotos junto a Hefner, pues era realmente una niña.
“Lo único que puedo decir es que, si vienes de una infancia feliz, perfecta y amorosa, lo normal es no acabar con alguien que te saque 60 años”, confesó.