Amantes del yoga y las acrobacias, integrantes de Yoga con Amor, comenzaron desde hace dos años la práctica de acroyoga, en la que combinan su gusto por la meditación, el ejercicio, equilibrio y altura en parques de la ciudad.
Daniela, maestra de Yoga en conjunto con Valeria y Jim, instructores de acroyoga dirigen un grupo de más de 30 personas, que practican este espectacular deporte, que llama la atención por sus posturas dinámicas y los movimientos que se ejecutan para llegar a ellos.
El acroyoga tiene su origen en 1990, reúne como característica el hacer comunidad, ya que se trabaja en pareja, lo que permite crear confianza y relaciones saludables a la par de desarrollar fuerza y mejorar el equilibrio.
En esta práctica se tiene una persona base y una voladora, la primera que esta en el suelo y es la encargada de “elevar” con piernas y brazos a la voladora. Y la segunda, quien realiza las posturas y movimientos sobre la base.
Durante el ejercicio, también se genera un rol de “spotter” u “observador”, generalmente hecho por los instructores que ayudan a mejorar las posturas y con los propios practicantes avanzados que contribuyen a estar pendientes para que tanto base como persona voladora “aterricen bien”.
Tanto Jim como Valeria tienen más de 5 años de experiencia en la práctica del acroyoga que combinan con slackline y highline, quienes es frecuente verlos en el Parque Lerdo, Deportiva y Presa El Rejón.
Este deporte es abierto a todas las edades, no requiere herramientas ni conocimientos previos de yoga o acrobacia, sin embargo, es importante estar supervisado, realizar calentamiento, tener comunicación abierta, entender tu ritmo, escuchar tu cuerpo y confiar en tu pareja.