La trifulca en el Senado registrada esta tarde, podría derivar en sanciones y hasta en un proceso de desafuero contra el dirigente del PRI, acusado de violar el reglamento legislativo tras empujar y jalonear a Gerardo Fernández Noroña.
Durante la sesión de cierre de la Comisión Permanente, celebrada este 27 de agosto, Alejandro “Alito” Moreno empujó y jaloneó en varias ocasiones a Gerardo Fernández Noroña, justo cuando se entonaba el Himno Nacional. La confrontación estalló luego de que Moreno reclamara no haber recibido la palabra.
Minutos después de la confrontación, Noroña anunció que presentará una denuncia penal contra el dirigente priista por agresión física.
En conferencia de prensa, afirmó que no fue un simple enfrentamiento, sino una agresión directa. Agregó que su colaborador Emiliano González también resultó lesionado al ser empujado y pateado por legisladores priistas.
El legislador de Morena sostuvo que Moreno violó el reglamento de la Cámara de Senadores, particularmente el artículo 24, que obliga a conducirse con disciplina parlamentaria y respeto entre pares.
En caso de que se determine responsabilidad, el abanico de sanciones incluye desde amonestaciones, hasta destituciones.
Para que Alito Moreno pierda la protección que le otorga su cargo como senador, es necesario un proceso de desafuero. Este mecanismo permite retirarle la inmunidad legislativa a fin de que enfrente responsabilidades penales.
La Cámara de Diputados debe aprobar el procedimiento por mayoría simple y, en caso de proceder, Moreno quedaría sujeto a juicio sin la protección del fuero constitucional.
La denuncia de Fernández Noroña incluirá no solo la agresión física, sino también amenazas y daños a su equipo de trabajo, que asegura, sufrió durante el altercado.