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La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) reportó saldo blanco en el festejo con motivo del 215 aniversario del inicio de la lucha por la independencia de México.

Casi 50 mil personas se congregaron en la Plaza Mayor de la capital para participar en el tradicional “Grito de Dolores”, ceremonia que encabezó la gobernadora del estado, María Eugenia Campos Galván.

Las fuerzas de seguridad pública realizaron un despliegue estratégico sin precedentes, gracias al trabajo coordinado de corporaciones estatales, municipales y de apoyo, informó la SSPE.

Aunque la Coordinación Estatal de Protección Civil había pronosticado lluvia durante la tarde y parte de la noche, esta no se presentó y los festejos continuaron con normalidad, incluida la tradicional detonación de cohetes y juegos pirotécnicos.

De acuerdo con el Centro de Mando C7-iA, el operativo especial reunió a mil 330 elementos y 211 vehículos distribuidos en la ciudad de Chihuahua y regiones estratégicas.

El estado de fuerza incluyó unidades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Dirección de Seguridad Pública Municipal, la Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil, Secretaría de Salud, ambulancias particulares y dependencias estatales de apoyo.

Durante las más de cinco horas que duraron los festejos, desde la tarde del 15 de septiembre, se atendieron:

• 29 incidentes médicos, sin consecuencias graves.

• 6 menores extraviados, todos localizados y entregados a sus familias.

• 1 incendio controlado oportunamente.

Además, se llevó a cabo la detención de 42 personas, sin que se alterara la tranquilidad general del evento.

Coordinación efectiva

La vigilancia aérea con drones y antidrones, patrullajes en campo, filtros de seguridad y presencia estratégica en zonas de mayor afluencia contribuyeron a que la jornada transcurriera en orden.

La dependencia reportó un aforo de 48 mil personas en Chihuahua y concurrencias nutridas en municipios como Meoqui, Ojinaga y Cuauhtémoc. No hubo reportes de municipios que cancelaran su festejo por motivos de inseguridad.

La noche de este 15 de septiembre, la gobernadora Maru Campos encabezó la ceremonia del Grito de Independencia en la Plaza del Ángel, ante miles de personas que se dieron cita para conmemorar el 215 aniversario del inicio de la lucha independentista.

“¡Que viva la dignidad de todos y cada uno de los chihuahuenses! ¡Que viva la paz! ¡Que viva la unidad de los chihuahuenses!”, proclamó desde el Balcón de la Patria, tras recordar uno a uno a las y los héroes nacionales.

Posteriormente, Campos Galván entregó la bandera nacional a la escolta del 23 Batallón de Infantería, de la V Zona Militar, y regresó al balcón para presenciar el espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de la capital, en compañía de las familias asistentes.

Guardia de honor y autoridades presentes

Previo a la ceremonia, la mandataria estatal rindió guardia de honor en el altar a la Patria, acompañada por los secretarios de Educación y Deporte, Francisco Gutiérrez, y de Gobierno, Santiago De la Peña; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Marcela Herrera; y el presidente del Congreso del Estado, Guillermo Ramírez.

También asistieron mandos militares y de seguridad, como Alfonso Rodríguez, comandante de la Región Aérea Regional del Noreste; Fernando Colchado, comandante de la XI Región Militar; Alejandro Rivas, coordinador de la Guardia Nacional en Chihuahua; además del alcalde de Chihuahua capital, Marco Bonilla.

La fiesta musical

Tras la ceremonia oficial y el espectáculo de luces multicolores, la celebración continuó con un concierto musical. Los cantantes de banda Jorge Medina y Josi Cuen encabezaron el elenco artístico, acompañados de agrupaciones como Grupo Vodka, Los del Orden, La Fiera de Ojinaga y Francisco Rey, que animaron a las familias desde las primeras horas de la tarde.

El caso que estremeció a Estados Unidos sigue revelando piezas de un rompecabezas marcado por la violencia, la radicalización digital y el odio político. El asesinato de Charlie Kirk, uno de los principales referentes del ala conservadora y cercano a Donald Trump, apunta cada vez con mayor claridad a un solo responsable: Tyler Robinson.

El FBI confirmó esta semana que restos de ADN de Robinson fueron encontrados en una toalla que envolvía el rifle utilizado en el ataque y en un destornillador hallado en el techo desde donde se disparó. La ciencia forense lo coloca en la escena del crimen.

Pero no fue lo único. Horas antes de su detención, Robinson habría confesado en un grupo de Discord. “It was me at UVU yesterday. I’m sorry for all of this” (“Fui yo en UVU ayer. Lo siento por todo esto”), escribió. La plataforma entregó a las autoridades el respaldo de esos mensajes que hoy son parte central del expediente.

A ello se suma una nota manuscrita, destruida parcialmente, en la que el acusado dejó plasmada su intención de asesinar a Kirk. Una evidencia que confirma la premeditación del crimen.

El perfil de un hombre obsesionado

Lejos de cooperar con las autoridades, Robinson ha guardado silencio. Quien sí lo hizo fue su compañero de cuarto y pareja sentimental, en proceso de transición de género, que entregó mensajes y detalles de su vida cotidiana.

Todo apunta a una fijación enfermiza con la figura de Kirk: advertencias, publicaciones digitales y una obsesión que creció en la oscuridad de las redes sociales.

La investigación sigue la pista de cómo esa radicalización online pudo incubar el asesinato. Robinson se sumergió en foros, chats y contenidos que alimentaban su resentimiento hasta traducirse en acción violenta.

Juicio con la pena de muerte en la mesa

Robinson enfrenta cargos de asesinato agravado, obstrucción de la justicia y uso ilegal de armas. Está detenido sin derecho a fianza y se prevé que su primera comparecencia ante el tribunal se realice de manera virtual desde prisión.

La fiscalía de Utah no descarta pedir la pena de muerte. El caso reúne elementos: premeditación, ataque directo y un arma de alto poder. La decisión dependerá del curso del proceso judicial.

Las autoridades insisten en que Robinson actuó solo, aunque persisten dudas sobre si alguien más conocía sus planes. Mientras tanto, el caso se ha convertido en un espejo incómodo: cómo las redes pueden incubar violencias, cómo el discurso político envenenado desemboca en sangre y cómo la justicia debe probar que incluso en un país fracturado, la verdad puede imponerse.

En menos de 72 horas, el municipio de Gran Morelos vivió dos episodios que causaron una ola de terror entre la población: enfrentamientos sangrientos entre bandas delictivas y la detención por homicidio del jefe de la Policía local.

Jefe policial detenido por homicidio

Todo inició el pasado sábado 13 de septiembre, cuando el director de Seguridad Pública Municipal, Ricardo D.R., de 27 años, fue detenido como presunto homicida de su pareja sentimental, de 24 años.

El detenido alegó en su defensa que se trató de un accidente, pero la Fiscalía General del Estado abrió una carpeta por homicidio.

El municipio, de 2 mil 448 habitantes, está ubicado al noroeste del estado, a 68 kilómetros de la capital. Tiene por presidente a Óscar Luis Miramontes Pérez, del partido Movimiento Ciudadano.

Balacera en la “Carrejoneada”

Cuando la población aún asimilaba el hecho, en la madrugada del 15 de septiembre una balacera en plena “Carrejoneada” de las fiestas patronales dejó al menos seis muertos y nueve heridos.

Entre las víctimas se identificó a dos hijos y un sobrino del exalcalde Gilberto Gutiérrez Montes, quien gobernó Gran Morelos en dos períodos bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México.

Según el parte oficial, sus hijos Gilberto Gutiérrez Nevárez, de 26 años, y Socorro Gutiérrez Nevárez, de 20, así como su sobrino Edmundo Aníbal Gutiérrez Ponce, de 33, están entre las víctimas.

De acuerdo con testigos, un grupo armado irrumpió en el evento, obligando a los asistentes a refugiarse en arroyos y terrenos cercanos.

La violencia obligó a suspender la corrida de toros y otras actividades previstas para la conmemoración.

Tras los hechos, la Fiscalía General del Estado y corporaciones estatales y federales desplegaron operativos en la región de Gran Morelos y el corredor hacia Chihuahua capital. Hasta el momento no se han reportado detenciones relacionadas con la balacera.

La combinación de un jefe policial bajo investigación por homicidio y una masacre durante celebraciones comunitarias expone la vulnerabilidad de los municipios pequeños frente al crimen organizado.

Gran Morelos, ubicado a menos de una hora de la capital, quedó en el centro de la atención estatal justo en el marco de las fiestas patrias.

“Que no se salga de las manos”

Las autoridades estatales reconocieron que se reforzará la presencia de fuerzas de seguridad, mientras que la FGE mantiene abiertas las indagatorias para esclarecer ambos casos.

Durante la mañana, el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Gilberto Loya Chávez, informó que ya hay presencia en Gran Morelos de las fuerzas estatales y federales, así como de la 42ª Zona Militar del Ejército Mexicano.

De la balacera que derivó en la muerte de seis personas, el funcionario estatal dijo que ocurrió en un evento, la corrida de toros, que estaba bajo vigilancia de la Presidencia Municipal de aquel lugar.

Agregó que ya se está reforzando el operativo de seguridad en la región para que “no se vaya a salir de las manos”.

Asimismo, anunció que esta semana estarán tomando decisiones con respecto a la policía municipal de Gran Morelos.

Cronología de la violencia en Gran Morelos

Sábado 13 de septiembre

  • El director de Seguridad Pública Municipal, Ricardo D. R., de 27 años, es detenido como presunto homicida de su pareja sentimental, de 24 años.
  • El jefe policial alega que fue un accidente, pero la Fiscalía General del Estado abre una carpeta por homicidio.
  • La noticia sacude al municipio de 2,448 habitantes, ubicado a 68 kilómetros de Chihuahua capital.

Domingo 14 de septiembre

  • La comunidad intenta procesar la detención de su jefe de policía en medio de los preparativos por las fiestas patrias.
  • El clima de tensión se mantiene, pero los festejos patronales no se suspenden.

Madrugada del lunes 15 de septiembre

  • Durante la tradicional “Carrejoneada” de las fiestas patronales, un grupo armado irrumpe en el evento.
  • El ataque deja seis muertos y nueve heridos
  • Entre las víctimas están dos hijos y un sobrino del exalcalde Gilberto Gutiérrez Montes: Gilberto Gutiérrez Nevárez (26 años), Socorro Gutiérrez Nevárez (20 años) y Edmundo Aníbal Gutiérrez Ponce (33 años)
  • Testigos relatan que los asistentes corrieron a refugiarse en arroyos y terrenos cercanos.